Segunda parte del artículo de Gregorio Alemañ Del Convento de San José. Al final de la entrada hay un enlace de descarga del artículo completo en formato pdf.
DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ / Gregorio Alemañ García
Segunda parte
El 22 de febrero de 1936, las religiosas que
administraban el Hospital Municipal, ante el temor de los disturbios, ataques a
edificios religiosos e incidentes callejeros generalizados, presumiblemente
coaccionadas al efecto, deciden abandonar Ia ciudad, y, al efecto, escriben al alcalde:
“Temores alarmantes bien fundados nos obligan, bien a pesar nuestro, a dejar
el establecimiento con nuestros queridos pobres enfermos. Así pues, tiene V. a
su disposición Ia casa, cuyas llaves le remitimos con el portero y 350 pesetas
que dejamos en una arquita en el cuarto, junto al recibidor. . .“. Firma, Ia
superiora sor Carmela Latorre (12).
A raíz de aquí, el Ayuntamiento designó como
administrador del Hospital a Salvador Ferrández Torres y como inspectora de
enfermeras a Francisca Amorós Marco. Tal vez, dada Ia relevancia que llegó a tener el edificio como hospital
durante Ia Guerra Civil y al tratarse de una propiedad municipal, Ia iglesia
del hospital (que tampoco tenía párroco), fue de Ias pocas, sino Ia única, que
se libró de Ia quema y destrozos que en estas fechas sufrió el resto de
construcciones religiosas. Tras Ia Guerra, se construyó una pequeña capilla
exenta en el lateral izquierdo de Ia iglesia dedicada al Cristo de Zalamea que
finalmente quedaría integrada en el conjunto de Ias edificaciones.
En 1957, en los bajos del Hospital se llevaron a cabo Ias
obras del “Projecte de reforma i ampliació de I’Hospital Municipal amb Casa de
Socors i Gota de Liet" (13), conocida como la Casa de Ia Leche, Ia Gota de
Leche o la Casa del Niño, como institución a cargo del Ayuntamiento, creada
para intentar paliar los problemas de desnutrición y ia alta mortalidad que
padecía la población infantil. Este servicio estuvo en funcionamiento hasta ei
año 1973, cuando este espacio se destinó a almacenes.
A principio de los años 60, todavía estaban en pié Ias
tres fuentes de agua adosadas a la pared, entre Ias arcadas del muro y chapadas
con azulejo, que daban al huerto por el lado de la rambla, frente a la balsa.
Esta zona del convento fue derribada en los años 70.
Por otro lado, y como ha sido habitual en los huertos de
palmeras, en el año 1968 la parte sur del huerto del convento, se expolia para
ubicar en el solar resultante una serie de construcciones destinadas a albergar
el nuevo Parque de Bomberos, tras el traslado de su ubicación anterior en Ia
ladera dei Vinalopó junto al puente de Canalejas en
su encuentro con Ia calle Reina Victoria. El Parque de Bomberos, estuvo en
funcionamiento hasta 1990, año en que será nuevamente trasladado a su ubicación
actual. En este periodo, durante Ia legislatura del alcalde Manuel Rodríguez
(1987-1995), en estas instalaciones se ubica ia concejalía de cultura y educación,
y poco más tarde, en lo que habían sido sus cocheras con frente a Ia calle
Manuel López Quereda, se ubicará Ia sala de teatro La Tramoya.
Podemos decir que a partir de aquí, Ia situación general
de este emblemático conjunto conventual ha ido sobreviviendo a una sucesión de
actuaciones, que por otro lado, han puesto en serio peligro Ia integridad del
mismo. El edificio en su conjunto, quedó en un estado de abandono y deterioro
desde 1965 hasta el año 1979, en que el Pleno del Ayuntamiento de 20 de marzo, decide
ubicar en este espacio el Archivo Histórico Municipal junto con Ia biblioteca
(actual Biblioteca Central Pedro Ibarra), hasta ahora sita en el Paseo de
Franco Rodríguez. Este nuevo complejo cultural quedó inaugurado en mayo de 1982.
En la década de los ochenta, siendo Ramón Pastor alcalde, el Ayuntamiento se vió obligado a reparar la cubierta, a tenor de la cantidad de filtraciones de agua que existían y el alarmante estado en que se encontraban los frescos y retablos del s. XVII, así como se atirantó la espadaña ante el peligro inminente de derrumbarse. Para la realización de esta obra, fue necesario desalojar la iglesia, habilitando para su uso temporal para la celebración del culto, el pabellón que fuera aula de niñas cuando la guardería, frente a la fachada principal, así como, para poder financiar las mismas, se llevó a cabo una campaña popular de recogida de fondos por el barrio. Esta situación de falta de estanqueidad de las cubiertas se volverá a repetir más adelante en diversas ocasiones en los años 1997, 2000 y 2011.
Posteriormente, será durante la legislatura de Manuel Rodríguez cuando se modificó la fachada principal del antiguo convento para aislarlo del acceso a la biblioteca, al igual que la barandilla del coro y se tapió la antigua entrada al convento, así como se restauraron los dos retablos del s. XVII del crucero con una subvención de la Generalitat y más tarde, con ocasión de la exposición "La luz de las imágenes", se restaurarían algunos otros lienzos. Restauraciones estas, que el propio Rafael Navarro Mallebrera calificaría escuetamente como "una malísima restauración" en el artículo de denuncia de la situación de precariedad, falta de interés y desidia por parte de su propietario, publicado en 2011 (14)
Img. 13. Imágenes actuales de los restos de los retablos del claustro. Fte.: Reportaje fotográfico del convento de San José “Joya del barroco valenciano” de Jose Juan Alicante Sánchez. Año de 2016. |
Esta modificación de Ia entrada de Ia biblioteca, supuso
el derribo de Ia antigua capilla del Cristo de Zalamea, así como Ia terracita y
barandilla junto con Ia escalera exterior que Ia cubría (15), al objeto de
independizar el acceso a Ia biblioteca por esta zona, lo que supuso el
posterior derribo de Ia edificación y Ia parte del Vía Crucis que existía
frente a Ia misma.
Mientras tanto, los restos de Ia capilla de Ia Orden
Tercera se mantenían sin uso y en estado de ruina, situación que se intentó
remediar en 1994, con Ia firma de un contrato con Ia Universidad de Alicante
para recuperar este espacio siguiendo Ias directrices del anteproyecto
planteado por el arquitecto municipal Gaspar Jaen, que finalmente no se llevó a
cabo al rescindirse el mismo un año después, por parte del nuevo alcalde
entrante, Diego Maciá.
El estado de precariedad se mantuvo hasta 1997, en que el
Ayuntamiento encarga definitivamente el proyecto de restauración al estudio de arquitectura
de Valencia “AIC EQUIP, S.L.”, ignorando Ias directrices de sus técnicos
municipales. Los redactores del proyecto, plantean una reconstrucción poco
menos que discutible, que convierte este espacio en un simple contenedor sin
mayores pretensiones.
Dos años después, al mismo estudio se le encargará el
proyecto del “Centro de Estudios Miguel Hernandez (Centro de Estudios
Hernandianos), como un edificio adosado al anterior por su parte trasera,
siguiendo el mismo discutible diseño y que terminará de colmatar el espacio que
en su día fuera el huerto del convento. Este edificio se inauguró el 31 de
octubre de 2016, sin prácticamente haber llegado a tener uso hasta el día de
hoy.
Ya a mediados del 2000, con Diego Maciá de alcalde, el
Ayuntamiento retomó nuevamente Ias labores de restauración iniciadas en los
ochenta, e igualmente financiado por Ia Generalitat, en 2005 restauró Ia primera
capilla del muro del Evangelio y en 2007, se llevaron a cabo Ias obras de reforma
y restauración de Ia tercera capilla de este mismo paño, así como su retablo de
fines del s. XVII.
En esta línea de actuación, se anunció incluso Ia
restauración del altar mayor, del que llegaron a extraerse sus lienzos siendo
sustituidos por fotografías (16), aunque estos trabajos, con el cambio de
corporación, quedaron suspendidos y sin ejecutar, e incluso algunos de los
lienzos retirados y almacenados (17).
Las últimas labores de restauración realizadas, son Ias
llevadas a cabo a principios de 2011, con Ia restauración del lienzo “La
Sagrada Familia”, a cargo de restauradora municipal, Gemma Mira Gutierrez y Ia
empresa Alebus, SL , una vez concluidas Ias restauraciones de los otros cuatro restantes,
“San Juan Bautista”, “San Buenaventura”, “San Luis de Tolosa” y “San Francisco
de Asís”.
En febrero de este mismo año, coincidente con las obras
del Centro Hernandiano de Estudios e Investigación de Elche, Ias brigadas
municipales intentan sellar e impermeabilizar de forma parcial, con Ia
sustitución de un centenar de tejas, Ias cubiertas y Ias linternas de Ias
capillas del Santo Sepulcro, de San Cayetano, San Judas Tadeo y Santa Rita, por
donde se estaban produciendo filtraciones y afecciones a los murales.
Desde entonces, no se ha realizado ninguna otra actuación
digna de mención, a excepción, si cabe, de Ia supuesta restauración del brocal
del pozo del claustro, ejecutada recientemente en 2017 por los Talleres
Ocupacionales de Empleo.
Tras este rápido paseo por Ia historia, eventos y avatares
de este convento que fue, comprobando Ia situación actual en que se encuentra
este conjunto arquitectónico, su huerto y el estado de conservación que
presenta su iglesia, que alguien calificó como Ia joya del barroco valenciano
(bien de interés cultural), no puedo dejar de evocar los interrogantes que en
su día planteó nuestro Archivero municipal y doctor en Historia del Arte,
Rafael Navarro Mallebrera, y que no estaría de más, que todos nos planteáramos.
“Qué maldición ha
caído sobre Ia iglesia de San José ? ¿ Qué razones alegará su propietario, el Ayuntamiento
de Elche, para tan amplio y profundo abandono, máxime cuando lleva más de
treinta años regido por «gobiernos democráticos y progresistas», esos que se
autoproclaman exclusivos defensores de Ia cultura, del patrimonio, del arte,
etc. , etc. ? ¿ Será que no saben que es suya ? ¿ Será un caso de desidia ? ¿ Qué
les impulsa a dejarla morir ? ¿ Porqué esta fobia ? ¿ Por ser un edificio destinado
al culto católico ? ¿ Por chinchar a los de EI Pla ? ¿ Por estar al otro lado
del río y, por tanto, no merece existir ?
En
tanto, los gobernantes, sin rubor alguno, presumen de cambiar cien tejas. . .
la bellísima,Interesantísima y singular iglesia de San José muere un poco cada día.
la bellísima,Interesantísima y singular iglesia de San José muere un poco cada día.
¡Señor, qué cruz!”.
Año 2011
Gregorio Alemañ García
NOTAS
11 Ibidem, Gaspar Jaen, Formacio..., p.591
12 Ibidem, Alejandro Ramos, Historia..., p. 543
13 Ibidem, GasparJaen, Formació..., p. 591
14 Artículo del periódico La Verdad La Iglesia de San José, 28-03-11
15 Desde esta zona, se tenía acceso a Ia segunda planta del viejo hospital donde se alojaban los enfermos más infecciosos de tuberculosis.
16 https://www.laverdad.es/alicante/prensa/20070220/elche/retablo-jose-restaura-primera_20070220.html
17 http://www.laverdad.es/alicante/v/20110328/elche/iglesia-jose-20110328.html
14 Artículo del periódico La Verdad La Iglesia de San José, 28-03-11
15 Desde esta zona, se tenía acceso a Ia segunda planta del viejo hospital donde se alojaban los enfermos más infecciosos de tuberculosis.
16 https://www.laverdad.es/alicante/prensa/20070220/elche/retablo-jose-restaura-primera_20070220.html
17 http://www.laverdad.es/alicante/v/20110328/elche/iglesia-jose-20110328.html
Detalle del estado de las cubiertas del claustro, 1970 |
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