Acabamos de enterarnos por la prensa y otros medios de comunicación de la existencia de una nueva excavación arqueológica en el entorno del Aigua dolça i salà, un lugar preñado de restos y de yacimientos, algunos de importancia como se verá. Los responsables de la excavación tuvieron la excelente iniciativa de preparar una jornada de puertas abiertas, apenas dos días antes de dar por concluida la campaña y proceder a su sellado, así que aproveché la invitación y a las 10 de la mañana del 21 de julio visité el lugar y recibí las oportunas explicaciones del personal que muy amablemente nos atendió. Lo que sigue es una crónica de la visita y una valoración provisional y personal de alguien poco entendido en estas materias, algo a lo que últimamente, no se si por suerte o por desgracia, tengo acostumbrados a los que me siguen.
Fragmento de Opus signinum |
En las noticias ya se anunciaba lo que posteriormente pude ver: un asentamiento rural cuyo origen puede estar entre el final de imperio romano y la invasión árabe; un largo periodo del que apenas se tienen noticias fidedignas aparte de lo que aporta la arqueología, por lo demás también escasa. Se presentan restos de unas modestas dependencias no habitacionales por la escasez de restos cerámicos y utillaje encontrados, probablemente relacionadas con algún punto fortificado como la Moleta, es decir que quienes los hicieron harían vida en el interior del recinto fortificado mientras que parte de las tareas productivas se llevarían a efecto en el lugar, en consonancia con la inseguridad característica de la época tras los saqueos de Roma en el S. V, el fin del imperio de Occidente, la ocupación y probable saqueo de Ilici, temporalmente recuperada para el Imperio de Oriente y de nuevo perdida en una época convulsa...
En definitiva por todas partes la gente abandona el llano y las ciudades por emplazamientos en altura más fácilmente defendibles. Mientras tanto la vida productiva debe seguir haciéndose allí donde es posible y eso es lo que se ha encontrado, dependencias probablemente productivas, además de un horno, en la ladera del Vinalopó en un emplazamiento que me parece fundamental pues se ubica por debajo de la Sèquia Major y aunque no se ha encontrado una relación directa con lo excavado, si han llegado a aparecer fragmentos de opus signinum, (V. Plinio El viejo), material impermeabilizante que los romanos empleaban en las conducciones de agua y en los depósitos para almacenarla. Salta de nuevo a la palestra la vieja tesis de D. Pedro Ibarra y Ruíz acerca del origen romano de la Sèquia Major, ante la proliferación de tesis y estudios que dan por supuesto el origen musulmán de dicha infraestructura hidráulica y en general del sistema de riego, obviando detalles esenciales como que los ramales de la Sèquia Mayor se abren en abanico precisamente alrededor de La Alcudia, como en su día puso de manifiesto Carmina Verdú, adaptándose además a la centuriatio y a los lotes de reparto de la tierra. Si a ello añadimos la presencia de dos termas en su interior, que requieren un aporte permanente de agua, antes de plantear el origen andalusí hay que proporcionar alternativas válidas que expliquen como se abastecían de ella los romanos. La adaptación de un sistema de riego preexistente por parte de los andalusíes incluso hasta conformar un sistema peculiar de aprovechamiento del territorio como la agricultura de oasis, explica lo realizado por ambas civilizaciones; la atribución a los árabes del riego local deja en un inexplicado e incómodo limbo a la ciudad romana y a las villae que proliferaron a partir de la división y reparto en lotes entre los legionarios y más cosas, pese a las evidencias.
Excavando el horno |
Con todo, hay un segundo elemento que la excavación pone de manifiesto, que me parece de tanta trascendencia al menos como lo dicho hasta ahora. La Moleta como asentamiento a partir del cual se hace posible el aprovechamiento y uso del territorio circundante ve incrementada su importancia histórica, algo que algunos investigadores ya han puesto de manifiesto; en primer lugar, como La Alcudia o El Castellar, ofrece restos que indican un poblamiento continuado desde el Neolítico al menos hasta la dominación árabe. Algunos llegan a afirmar que debe ser uno de los poblados de la Edad del Bronce más extensos de nuestra comunidad y desde aquí hemos remarcado la necesidad de excavaciones sistemáticas, entre otras cosas porque a la luz de lo ahora excavado su conocimiento permitiría despejar la incógnita de si estamos ante la mítica Tarsa o no.
En mi opinión, se produjo entonces la alianza de ambas fuerzas, formalizada a través
de un emblemático matrimonio mixto: el del ğundí ‘Abd al-Ğabbār b. Nadīr con la hija
de Teodomiro, quien otorgó dos alquerías en concepto de dote matrimonial: la de Tarsa
a unas tres millas de Elche y la de Tall al-Ḫaṭṭāb, el Cerro o colina de Ḫaṭṭāb, a ocho
millas de Orihuela, probablemente identificada con el despoblado del Cabezo Pardo o de
las Fuentes, en Albatera... (Sonia Gutiérrez Lloret)
Para esa alquería se han planteado al menos tres localizaciones que yo conozca además del emplazamiento actual de Elche: una ubicación indeterminada a partir de la toponímia (Algoda) recogiendo la hipótesis de Mª Jesús Rubiera, El Castellar que está a 3 millas de la actual ciudad (las fuentes no indican si se refieren a la Ils previa a la fundación o al emplazamiento actual) y La Moleta, a 3 millas de la vieja ciudad romana. Por eso el hecho de que se acredite en su inmediaciones la presencia de elementos tardorromanos y visigodos como los excavados, viene a ser un argumento adicional de peso para que Tarsa sea este emplazamiento. Y más cosas que iré diciendo.
La noticia en los diferentes medios
Desde aquí mis felicitaciones a todos, en especial a los integrantes del Aula Arqueológica de la UNED de Elche, por la excelente labor de investigación que están llevando a cabo.
Enhorabuena por la entrada!! La presencia de Jesús Peidro como codirector de la excavación, y la presencia de alumnos de varios centros asociados de la UNED, nos anima a seguir con el proyecto “Aula Arqueológica”, que sacamos adelante gracias a la ilusión y la colaboración de nuestros alumnos. Únicamente matizar que a pesar de ser profesores-tutores del centro asociado de la UNED-Elche, nuestra iniciativa es independiente y no está vinculada al mismo. Sería un placer que vinieras a algunas de las jornadas de prospección del año que viene.
ResponderEliminarEncantado. Ya me direis. Venga
EliminarEncantado. Ya me direis. Venga
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ResponderEliminarExcelente exposición. Comparto desde hace mucho que La Moleta debería excavar para obtener más datos sobre la organización del territorio de Elche, especialmente en época tardía y orígenes islámicos.
ResponderEliminarEn este sentido sigo con interés los trabajos de Sonia Gutiérrez, pues tenemos una apasionante incógnita por desvelar. Gracias por tu aportación, desde Arqueoceramica.
La Moleta esta muy erosionada en terminos generales y sus materiales muy rodados , y los materiales documentados y que se aprecian en toda su superficie son un bronce tardio que no guarda relaccion con Caramoro I lo digo por que se llego a pensar que Caramoro I pudiera haber sido el fortin de la Moleta y nada que ver , eso si parece ser que si tubo relaccion con Caramoro II que si es un yacimiento del bronce tardio con materiales similares a los hallados en la Moleta , luego la mayoria de material que se observa en la Moleta es claramente tardoromano finales del siglo IV y siglo V , en este caso tanbien parece que el yacimiento Els Xops guarda relaccion con La Moleta , y por ultimo los materiales hispanoarabes en la Moleta son practicamente inexistentes o muy escasos
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