viernes, 30 de octubre de 2015

ALJIBES CERCA DE LAS TORRES DE GAITAN

Hace justo un año, el día de mi cumpleaños hice una salida más que provechosa a las torres del Gaytán, la torre de la Cañada y las lomas colindantes a la misma (Bardalet y Ballestera), donde me topé por casualidad con una antigua casona y dos aljibes de capilla y más cosas que dejo para otro día. Además visité la primera de las sènias que se citan en este blog, en Balsares, que hoy sé que forma parte de una serie de sènias que enmarcan un camino con el significativo nombre de camí del Graner . En su día dí cuenta de la Torre de la Cañada, y hoy toca por fin hablar de los alrededores de las Torres del Gaytán.
Detalle de la capilla del aljibe de bóveda junto a las Torres del Gaitán
 Las Torres
Arrasada al menos una de antiguo y probablemente las dos (en las minutas del IGN fechadas en 1897 que sirvieron para elaborar el mapa del término de 1931 y otros mapas históricos aparece en plural), de las Torres solo queda el nombre. Y el caso es que debió ser un enclave importante por la confluencia de una serie de factores que explican la existencia de al menos dos torres de defensa con un núcleo de población dividido en dos barrios según los mapas de 1931 y 1948 del IGN. En ese punto se entrecruzaban dos de los caminos más viejos del término: el que conectaba La Alcudia íbera y el Portus antes incluso de que fuera colonia romana y una vía de comunicación que circulaba en paralelo a la costa para terminar conectando con la Vía Augusta en dirección a Carthago Spartaria, y que con el paso del tiempo será por aquí una de las veredas más importantes, que aún se conoce como Vereda de Dolores, sobre la que confluye también histórica Vereda des Cendres en los alrededores. 
Además, según se afirma en la web Castillos de la Comunidad Valenciana (de donde procede la foto que encabeza la entrada)  La TORRE GAITÁN o GAYTÁN, hoy desaparecida, se encontraba en la pedanía de Valverde Bajo, próxima al límite municipal con Santa Pola. 
Esta torre, que estaba protegida, fue descatalogada en 1994 y derribada poco después. 
Constaba de planta baja y una altura, y se hallaba adosada a una alquería. Su aspecto debió ser similar a la Torre Ferrer de Alacant.
Como nota adicional, recuperar todo el significado histórico del término "alquería" porque probablemente fuera uno de los lugares de asentamiento de los primeros pobladores árabes (probablemente "los sirios" siguiendo a María Jesús Rubiera). Carmina Verdú en su obra El Palmeral de Elche : un paisaje andalusí, en la delimitación de la huerta sitúa la foya de Benicreixent cercana al Cap de l'Aljub (p. 125), topónimo que indica la presencia de un núcleo de población árabe (en definitiva una alquería) en los alrededores.   
Aljibe de bóveda. La capilla se inserta en la parte superior de la mísma
El aljibe sigue en uso. 
De todo lo dicho nada queda, no hay restos arqueológicos ni textos históricos, ni rastros identificados como parte del viario antiguo, las casas fueron demolidas y en todo caso reconvertidas en chalets contemporáneos y mansiones cerradas a cal y canto. Así que a los que nos gusta palpar la historia sobre el terreno solo nos quedan los itinerarios, la insegura toponímia, la sobreabundancia de palmeras, las senias, las fotos de antes y poco más. 
Orificio de captación de aguas del aljibe de bóveda
Avisado por Juan Pascual, de que allí había un aljibe de bóveda con capilla, fuí a verlo y me encontré en realidad con dos muy próximos entre sí, separados solo por el viejo camino de la ermita de Valverde a las Torres de Gaytán, funcionales (con superficie de captación y puntos de entrada de agua, aliviaderos y pequeños motores para la extracción), que indirectamente nos hablan de la importancia del lugar. Ambos son incluso visibles en la utilidad de street wiew de google maps.
Brocal del segundo aljibe, situado enfrente del anterior
Sumidero de captación de aguas. La carretera asfaltada actúa como superficie de escorrentía y las aguas se dirigen a los dos aljibes.
Cubeta de piedra parcialmente revocada, junto al segundo aljibe

martes, 13 de octubre de 2015

El entorno de La Animeta: Els mollons de Bru



En el entorno de la Animeta es perfectamente visible en lo alto de la sierra del mismo nombre un enorme mojón de piedra y yeso. Me dijeron que en origen los conocidos como Mollons de Bru eran al menos tres, pero solo encontré restos claros de dos. Uno en un relativo buen estado, el que encabeza la entrada, otro totalmente derruido y en medio una acumulación de piedras que bien podría ser otro, pero al no ver alrededor restos de yeso no lo cuento.
Vistos desde nuestra perspectiva urbana y actual parece un contrasentido que alguien señalara límites tan notables a un territorio tan escaso de recursos aprovechables como el Norte del término, en un paraje en el que además parecen no existir apenas canteras (pero haberlas, haylas) ni otros aprovechamientos susceptibles de una demarcación, como el maderero o el minero. 

No obstante se me ocurre un motivo, sin base documental alguna, pues hasta la fecha no he encontrado referencias históricas a los populares mollons, si tenemos en cuenta que están situados alrededor de un recurso que en determinada época, en especial en la que le tocó vivir a José Brú y Piqueres y en el lugar señalado, acumuló una suma de iniciativas tendentes a buscar y encontrar agua tanto de boca como de pie en un ambiente de escasez crónica, agravado por la escasa calidad de las que proporcionaba el Vinalopó y los problemas de la vieja conducción de aguas del Obispo Tormo. 
Curioso detalle. Una rosa amarilla
De hecho el lugar está en medio de una serie de minas de agua dispuestas de forma escalonada, algunas aún en funcionamiento y que según Gregorio Alemañ podrían configurar un sistema de captación y almacenamiento de este recurso más que notable ya que, como en el sur del término, hacía posible su uso repetido. De hecho José Bru y Piqueres es uno de los típicos representantes de la nueva burguesía de base agrícola de mediados del XIX (v. De patricis a burgesos / Joaquim Serrano i Jaén, p. 213 y ss.). 

Restos del segundo. Se adivina que en su día fue uno de los Mollons de Bru por el yeso y el abultado perímetro.
Alcalde y Diputado provincial fue el principal accionista de la sociedad La Sonda Artesiana (escritura de constitución y reglamento fechada en 1840, existente en el AHME, Leg. 57 nº 20) dedicada, como su nombre indica a la búsqueda de la misma mediante la excavaciòn de pozos artesianos, un proceso cuya técnica y procedimientos requiere maquinaria pesada y difiere notablemente del sistema tradicional de las excavaciones horizontales o minas de agua.  

Da la casualidad que el padre de D. Pedro Ibarra, probable titular original de la finca, también poseía acciones de la que fue la primera sociedad local dedicada. Para terminar Juan Pascual me proporciona una versión entre nostálgica y poética del nombre del barranco. Les Animetes sería el nombre popular dado porque a él se asoman los mojones que en su día debieron tener un destacado tono blanco. 
Vista del Mojón desde el segundo. El collado del centro de la imagen podría tener otro.
Material de interés: http://rutasyvericuetos.blogspot.com.es/2014/10/las-aguas-de-la-perdiguera.html


martes, 6 de octubre de 2015

La Animeta o las ruinas de la Arcadia felíz (y 2)



La entrada de hoy se dedicará a visualizar los restos alrededor del paraje y la casa de La Animeta. En primer lugar la mina, con su conducción de agua y la balsa situada al Norte de la casa, para después prolongar la visita siguiendo un canal parcialmente excavado en la roca y que se adentra al fondo del barranco y otras construcciones en los alrededores.

La Mina
Sigue siendo funcional; un pequeño caudal continuo se descarga en la balsa circular. La única novedad resaltable en relación al vídeo de MOPTI es el entubado, de manera que el agua ya no discurre libremente por la pequeña conducción excavada en la roca. No hace mucho la trinchera de acceso a la mina estaba parcialmente cubierta y la puerta de acceso a la mina cerrada con candado. Ahora solo queda el marco metálico, alguien debería poner remedio a eso porque ya hay casi una peregrinación los fines de semana visitando el paraje. 
Tubería que va de la mina a la balsa
Estado actual de la entrada de la mina

Por cierto el agua es blanda pero dulce, se puede beber, sin llegar a la calidad de la fuente de la Reina.
 Decir que no es nada aconsejable entrar a la mina sin permiso y sin la debida preparación. Para quien quiera saber más, en la entrada correspondiente del excelente blog Rutas y Vericuetos, Sergio hizo una descripción detallada de la misma, sin indicar su localización para protegerla.
En la foto efectuada desde la bocamina se puede percibir una leve luz en el cenro de la imagen que procede de la primera lumbrera[1]. Las lumbreras son necesarias para para sacar al exterior el material excavado y facilitar la circulación del agua por eso están tapadas solo parcialmente. Es muy peligroso acercarse o remover la "tapadera" de las lumbreras.
Primera de las lumbreras
Pequeño decantador inmediato a la balsa.

Canal previo a la balsa y boquera 
Detalle del canal, con marcas que indican que en su día estuvo cubierto
Como elemento adicional resulta interesante un canal que en su día debió estar excavado en la roca y cubierto con losas de piedra y ahora se presenta descubierto parcialmente y revocado con cemento portland. El canal desemboca en la balsa, con un pequeño decantador a la entrada. Esta conducción va bordeando por la derecha la loma inmediata a la balsa en dirección N, se adentra en un ramal del  barranco de La Animeta y llega a un curioso paraje con restos de arbolado y bancales: palmeras, almendros, etc., con al menos tres canteras en las inmediaciones y una pequeña cueva que hace algún tiempo tenía una puerta sobre marco de troncos de palmera. 



Final de la canalización en medio del barranco
En ese paraje, en medio del barranco termina la conducción mediante una boca sólidamente tapada con una pieza de hierro fundido, probable lugar de asiento de algún motor para la elevación de agua. 
No es este el único punto de extracción de aguas en las inmediaciones, pues apenas 200 m. más allá de la casa por el W se presentan una caseta y una pequeña balsa que podrían ser a su vez puntos de extracción de aguas mediante pozos artesianos. Más arriba una balsa con su propia boca de alimentación a través de algún ramal de regadío tradicional.
Caseta
Balsa de riego. Al fondo la caseta y el pequeño embalse
Junto a la casa, una estancia subterránea parcialmente cubierta presenta el brocal de un pozo cubierto sólidamente por una pieza atornillada de hierro fundido y restos de instalación eléctrica anexa, que también sugieren la presencia de algún motor elevador. 

Queda reseñar también al W de la casa una pequeña naveta que debió ser cuadra o lugar para guardar aperos, contemporánea a la casa a diferencia de la caseta y balsas antes mencionadas, muy posteriores. 

Interior de la naveta

Candilero y ventana
Una de las canteras del paraje
Se construyó mediante muros de mampostería irregular no concertada y mezcla de yeso y barro en la más estricta tradición local de la “faeneta” directamente sobre la piedra sin cimentación y posteriormente se excavó, con algunos detalles de construcción tradicional, como la reja y el hueco para el candil. 
Dominando el paraje desde arriba, lo que queda de “Els mollons de Bru”, pero eso otro día.





[1] Lumbrera: 2. f. Abertura, tronera o caño que desde el techo de una habitación, o desde la bóveda de una galería, comunica con el exterior y proporciona luz o ventilación.  http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=lumbrera

jueves, 1 de octubre de 2015

La Animeta o las ruinas de La Arcadia feliz (1)

   
No teniendo Elche aguas de pie, las exploraciones han de llevarse a cabo por el único punto donde puede haberlas, por el Norte del término, derivaciones del valle de Biar, propiamente del Vinalapó. Digna es de especial mención la importante labor que está llevando a cabo en estos días el ilustrado doctor D. José María López Campello, en una extensa finca de su propiedad La Arcadia al Norte de Elche, en sitio donde de antiguo brota un pequeño manantial perenne llamado Animeta.

Estudio acerca de la institución del riego de Elche y origen de sus aguas / Pedro Ibarra y Ruíz, Madrid, 1914, p. 85

Tan poético nombre, La Arcadia, dado por nuestro ilustre cronista evocando una utópica sociedad agrícola feliz a la finca propiedad de un familiar político suyo (el Dr. José María López Campello) poco debió de estar en uso, pues me ha sido imposible encontrar otra cita, manteniéndose en cambio el popular Animeta de entrañables recuerdos. Los días de salir al campo a fer herbetes el día de l'Ascensió..., o en la Pascua cristiana (dies de mona...) muchos ilicitanos acudían al paraje a pasar el día, beber de sus aguas e incluso a recogerla para llevar ..., en definitiva a disfrutar. Así ha quedado reflejado en el folclore local. De hecho, hasta bien entrado el siglo XX aún era posible ir al lugar y beber de su fuente. 
Belloteras y valla
Bellotera de La Animeta
Detalle de los depósitos que probablemente acumulan el agua de la mina 
El desplome de la porchada ha afectado seriamente al tejado de la casa












Hoy lo único que queda en pié es la casa (reducida a su mínima expresión tras el desprendimiento de la porchada), la mina, las conducciones asociadas y el embalse circular que aún recoge un exiguo caudal probablemente aprovechado por una finca cercana situada en las inmediaciones del barranco, cuyo propietario, por cierto, ha vallado su tierra incluyendo la bellotera y el barranco.
Panorámica trasera de la casa con los piñoneros secos
Como introducción general recomiendo visualizar el vídeo de la revista MOPTI para conocer su estado hace menos de un año y comparar con el reportaje fotográfico adjunto que presento hoy, realizado hace apenas unas semanas.

Ventana abocinada 
1. La casa.
En el vídeo ya se perciben las edificaciones traseras y los corrales en un estado ruinoso; tres pinos piñoneros de cierta envergadura definitivamente secos (hace unos años aún vivían) acentúan la sensación de abandono del paraje. Quedaba no obstante la parte delantera, en especial el porche adornado con cenefas de madera.  En menos de un año se ha venido abajo afectando gravemente el tejado como se puede ver con lo que probablemente el deterioro de las dependencias que aún quedan se verá acelerado. 
Detalle del ventanal interior desde el salón
Suelo del salón
Escaleras. A la derecha acceso al palomar en la planta superior
En el interior, un salón ocupa todo el ancho de la casa con un  arco que deja ver las dependencias desde el salón. Detrás, la cocina, una habitación y unas escaleras. A continuación de la cocina una habitación excavada en la tierra a una altura inferior que conserva restos de enlucido, probable despensa construida de manera que aseguraba una temperatura constante a lo largo del año. La habitación a la derecha de la cocina, encalada, tiene vigas rústicas de olivera sin desbastar, como el palomar situado encima del salón, al que se accede por una escalera 
Cocina. Marcas dejadas por lo que sería un tiro de chimenea.
Probable despensa junto a la cocina
Viguetas de olivera en la habitaciòn
Detalle del techo del palomar
Teja de Quiles Cerámica ilicitana, con un  huecograbado que representa una palmera

En una próxima entrada veremos la mina y los alrededores.