En una entrada anterior dije que una de las posibles
condiciones para el improbable retorno de la Dama era construir un Museo en el
que se ofreciera la imagen rodeada de su contexto histórico, arqueológico, etc., algo que se llegó a proponer en el Congreso allá por el 2012, como una delegación o parte de un Museo Arqueológico Nacional descentralizado. Pese a existir dificultades poco menos que
insuperables se podía haber intentado para vestir a la Dama en la cesión de 2006 pero lo
cierto es que no se hizo; se presentó a los ilicitanos exenta de
referencias, sola y aislada, al margen de lo que en su caso debió ser la Dama
real, como un objeto de culto, una deidad a venerar; incluso el punto de
observación creo recordar que estaba algo sobreelevado.
En estos días se abunda en el argumentario en torno a la idea del Museo y se llega a comparar con el modelo de Mérida sin caer en la cuenta de las enormes diferencias. Al margen de visiones chovinistas, lo cierto es que Mérida tiene de sobra lo que a Elche le falta: un enorme campo arqueológico a cielo abierto y a la vista con el ropaje fundamental de la ciudad romana: el teatro, el foro, las termas..., lo que explica y sirve de fundamento a las importantes inversiones que se hicieron. Por el contrario aquí, salvo muy escasas excepciones, cada vez que se ha movido una piedra de nuestro campo arqueológico ha sido para terminar haciendo lo que en cada caso se ha querido, removiendo, rellenando con hormigón, construyendo encima, enterrando, etc. Encima nadie parece mirar con cierto detalle el estado de las cuentas públicas y los esfuerzos que tendrían que hacer las diferentes administraciones para llevar a efecto de forma real el traslado definitivo de la Dama, por muy legítima que pueda parecernos la reivindicación; así que personalmente y mientras se designa la comisión encargada de valorar lo que nos puede costar, me conformaría con que el dinero publico se emplee en mejorar la vida de la gente aquí y ahora.
Volviendo a la fascinación personal y colectiva que ejerce el busto, no deja de ser curiosa la utilización de una versión andrógina de la Dama en las fallas de 1929, siguiendo la propuesta de D. Pedro Ibarra quien, para mover polémica recién descubierta propuso que el busto correspondía a un guerrero íbero a sabiendas incluso de que tal opinión era insostenible. Debe observarse además que la falla, enmarcada bajo la Torre Eiffel, recordaba a todos los valencianos que la escultura estaba en París.
Siguiendo en Valencia, cuando en su día se planteó el debate sobre la autenticidad de la Dama de Elche por Moffitt como respuesta fueron desgranándose una serie de argumentos que, aunque por si solos no constituían prueba fehaciente (como sí sería el reciente análisis de los restos de pintura) en su acumulación puntual iban reforzando la autenticidad de la pieza. Uno de ellos era precisamente la similitud formal de los rodetes y otros detalles con el peinado y porte de fallera valenciana, que se pueden ver en fotografías y cuadros de fechas anteriores al descubrimiento de la Dama, remarcando así su profunda raíz mediterránea. Apenas tres o cuatro pasos en Internet proporcionan a a cualquier incrédulo material que confirma lo dicho. Así que Damas reales tenemos un montón.
En cualquier caso se trata de una escultura que ha ejercido
una poderosa fascinación sobre todos, motivo por el cual
todo el mundo quiere tenerla y así aunque Damas solo hay una, se han
realizado numerosas versiones pretendiendo una copia lo más exacta
posible. Ya vimos que Pinazo, además de su versión personal, efectuó una copia literal por encargo, tomando medidas del
original del Louvre, siendo por ello una de las más apreciadas; después debe
destacarse la reproducción del MARQ, que fundamenta su precisión en el uso de la informática. Una crónica del procedimiento seguido puede verse aquí:
Fuente: Fototeca Digital del Patrimonio |
Bajo el título Dama de Elche un óleo de Pedro Antonio Martínez que colgó en
numerosas casas de la ciudad como ilustración de calendario.
La adoración de la Dama de Elche. Encargo de M. Serrano, según la Fototeca Digital del Patrimonio |
LA
DAMA IBÉRICA - Avenida Cortes Valencianas
Obra del artista valenciano Manuel Valdés nacido en 1942. Inspirada en
la Dama de Elche, se trata de un monumento de más de 20 metros de altura,
realizada con 22.000 cabezas de cerámica vidriada de color azul, con el
objetivo de que reflejen los cambios cromáticos de la luz según las horas del
día. La obra fue regalada por el escultor a la ciudad de Valencia y fue
inaugurada en el año 2.007. Manuel Valdés ha sido declarado hijo predilecto de
la ciudad. En la realización de la escultura colaboró el artista fallero Manolo
Martí, ya que el interior de la dama está formada por plataformas metálicas de
trabajo.
Un excelente documental:
Para terminar de desdramatizar el tema, Los asperos, como siempre a la greña, han fabricado su propia dama con demasiadas coincidencias:La Dama de Aspe.
Desde la Font de La Figuera:
Fuente: http://paisvalenciaseglexxi.com/2013/06/28/som-ibers-qui-ho-diria/ |
Y además, un rescate obligado:
El robo de la Dama. En cumplimiento del anhelo colectivo firmemente enraizado entre los ilicitanos, con ocasión de la visita temporal de la Dama en 2006, El CámaraMan robó la Dama con el propósito de hacerla suya para siempre, no sabemos si con intención de compartirla; afortunadamente dejaron demasiadas huellas, entre ellas un vídeo que sirvió para el inmediato rescate:
De hecho, las importantes medidas de seguridad para garantizar la estancia del busto fueron motivadas por este material, según dicen los entendidos.
Y mira por donde, hasta Picasso estuvo enredado en el tema del robo de la Dama
Y mira por donde, hasta Picasso estuvo enredado en el tema del robo de la Dama
Y como muestra de ese deseo irrefrenable por tenerla, un robo, este si, lamentablemente real:
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