CAMINOS IBEROS

domingo, 21 de diciembre de 2014

Petroglifos y piletas en el entorno del Corralet

Digamos que las huellas de presencia humana se multiplican alrededor de la cumbre del Tabayá. Apenas unos doscientos metros más allá del Corralet y el aljibe hay un montón de piedras siguiendo las trazas de lo que pudieron ser en su día muros de algún habitáculo con restos de cerámica e incluso algún fragmento de teja que, pese a su nombre común (teja de canalón o teja árabe) se ha estado utilizando desde tiempos inmemoriales y aún hoy viste algunos tejados que pretenden ser "antiguos". En las inmediaciones, una pileta rectangular con dos largos canalillos excavados en la piedra que desembocan en las esquinas superiores de la pileta, con unos 6 m. de recorrido que parecen confirmar su utilidad: recoger agua. 
La pileta parece tener un rebaje de cubrición

Sin embargo la pileta apenas tiene capacidad (20 cm. de altura y unos 60 cm. de lado) aunque desagua en una repisa (que apenas se percibe en las fotos por la vegetación) que bien pudiera servir para colocar algún recipiente y recogerla, actuando así como recibidor. 
desagüe con  la repisa tapada por la vegetación


En las inmediaciones dos piletas mínimas con canalillos y una piedra suelta con una pileta, con dos incisiones. Como si fuera un mortero.

Posible mortero. Los canalillos están a diferente nivel.
Entre el corralet y las ruinas, un campo de petroglifos sobre una losa casi horizontal, incisiones superficiales no asociadas a cubetas, cuya utilidad, objeto y significado se me escapa. Procuraré cartografiar las líneas la próxima.


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