En
medio de la tormenta mediática desatada por la destitución fulminante a Cristina Martínez como Directora
de Atención primaria del Hospital General de Elche, concejal de Sanidad de nuestro Ayuntamiento, saltaba a la luz un artículo firmado por J.
M. Grau en el diario Información el jueves 3 de julio bajo el título regreso al pasado en pleno centro que
resume lo efectuado hasta ahora en las excavaciones arqueológicas, muestra gráficamente
una intervención extraña sobre la zona excavada (el relleno de asfalto de la
parte en la que se ubica el acceso al refugio de la Guerra Civil y otros
elementos, como una posada del XVIII o la base del quiosco de venta de agua potable de La
Alcoraya) para dejar exenta y a la vista solo las estructuras relacionadas con
los baños árabes. El coordinador de cultura Pablo Ruz afirma la provisionalidad
de estas últimas actuaciones, también nos informa de la intención del actual
equipo de gobierno local de proseguir con la demolición y reedificación de un
nuevo Mercado Central. Vicente Granero señala que tras los informes de los
arqueólogos los restos quedarán integrados en el proyecto de nuevo Mercado
Central que se adjudicará en breves semanas.
La
impresión general que traduce el articulista es la de retorno al pasado en el
peor sentido de la frase; como si tras las excavaciones nada hubiera cambiado
cuando en realidad todo cambia. La magnitud de lo encontrado, previsible y anticipado,
obliga a redactar un nuevo proyecto que tenga en cuenta las consecuencias de la
prospección arqueológica pero hasta la fecha no hay nada nuevo y en ausencia de
nuevos proyectos, el único aprobado consiste en cuatro plantas de aparcamiento
subterráneo, demolición del actual edificio, construcción de un supermercado y
otros equipamientos y la drástica reducción del número y el carácter de los
puestos de venta minorista. Y ese proyecto no incluye la integración de los
restos arqueológicos encontrados ni contempla lo que las fotos de
altura de la excavación evidencian: la continuidad de las edificaciones y
restos urbanos en todo el suelo afectado. Como se puede ver los muros
continúan en dirección al solar del actual mercado y de hacerse lo obligado por
el PGOU y la ley valenciana de patrimonio excavando previamente la totalidad del
terreno afectado, con toda seguridad saldrían a la luz nuevos restos arqueológicos.
Por el contrario parece como si lo excavado fuera un mal sueño que
conviene olvidar, una patente de corso para entrar a saco con retroexcavadoras y borrar los restos de nuestro pasado.
En
la misma página aparece la opinión de UPyD afirmando que se actuará de
tapadillo, como casi siempre en esta ciudad para las cosas realmente
importantes. Aún no he oído a nadie insistir en que el informe arqueológico debería ser accesible a los ciudadanos en su totalidad y que en consecuencia debe anularse el proyecto actual. A mi criterio las organizaciones que ostentan la
representatividad popular deberían prepararse para impedir el previsible
atentado.
Diario Información. Vista de los baños árabes y del asfaltado |
En
cualquier caso, aún sirve el artículo 46 de nuestra vieja Constitución: Los
poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento
del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de
los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su
titularidad. La ley penal sancionará los
atentados contra ese patrimonio.
Si los poderes públicos hacen lo contrario, si intervienen activamente en un atentado contra el patrimonio, corresponde a ciudadanos y entidades sociales tomar las medidas oportunas para impedirlo
Multimedia de la noticia:
Información proporcionada por PIMESA: http://www.pimesa.es/detnoticia.asp?CodPrensa=722
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