En
entradas anteriores valorábamos la antigüedad manifiesta del poblamiento en la
Senieta y ahora toca hacerlo por extensión a la partida rural de El Altet. Al menos dos excelentes entradas del blog Histories de Torrellano proporcionan datos suficientes que ponen de manifiesto que la ocupación humana viene de antiguo:
La entrada De Lo i More a Moore Hall cuenta la relación entre Torrellano y el apellido Moore, de
origen irlandés, un
notable comerciante de la denominada “aristocracia del bacallà”, nombre que
agrupa a un conjunto de burgueses y patricios nobles enriquecidos al calor de la
comercialización de este y otros productos a través del puerto de Alicante, aunque en su
caso, todo hay que decirlo, intervienen razones relacionadas con la libertad
religiosa.
La entrada Un extraño cadáver en El Altet nos narra como al menos dos cónsules ingleses en Alicante fueron enterrados en sus posesiones en 1760. De nuevo el marco histórico sería el auge del comercio en el Puerto de Alicante y la tendencia de esa nueva burguesía comercial a comprar terrenos en los alrededores de la capital.
Así que es inevitable que hayan evidencias materiales: casonas y otros elementos históricos repartidos por la partida rural como los que encontré casi sin pretenderlo tirando del hilo de los aljibes. Concretamente y en un radio de apenas 500 m. en lo alto de la loma que le da nombre hay varias casonas con un montón de años a sus espaldas, escoltadas por al menos 6 aljibes visibles por sus capillas y algunos más en su interior. Tras el oportuno permiso para fotografiarlos el propietario de una de ellas me acompañó a visitarlos y me proporcionó una serie de explicaciones que desde aquí agradezco, aunque desestimó publicar fotos del interior de su casa e indicaciones de su ubicación exacta; baste decir que según él mismo se trata de una de las más antiguas de El Altet conocida por el clásico “Lo i ...”.
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Brocal con capilla del aljibe de bóveda |
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Detalle del arranque de la bóveda, con mampuestos en disposición radial |
A destacar: un aljibe de bóveda en uso, similar al tantas veces comentado en La Senieta con
una capacidad notable, tres en forma de garrafa y uno de interior. Al menos uno de ellos apareció completo: superficie de captación
definida, un recibidor o decantador de dimensiones notables, como si fuera un
pequeño aljibe conectado con el principal mediante un ingreso subterráneo, brocal con capilla, pileta adosada y aliviadero.
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Pileta adosada a uno de los aljibes |
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Interior del brocal con garrucha de hierro y palos de olivera insertados en la obra |
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Pileta octogonal |
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Detalle de brocal con pileta |
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Fachada lateral |
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Brocal con capilla a cuatro aguas y pileta |
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Detalle |
La
casona, que aparece ante nuestros ojos como un conjunto de edificios de dos
alturas dividido en partes como consecuencia de sucesivas herencias, y a su vez
con anexos añadidos por los propietarios, recuerda el ambiente propio
del mundo árabe, aunque debe ser claramente posterior: un patio central cerrado
y rodeado de diversas estancias (hoy en día casas separadas). Paredes maestras
de mampostería de 60 cm. de grosor y en
la planta baja apenas sobrepasado el ingreso con una puerta historiada de
madera noble y herrajes, se accede directamente a una dependencia de grandes
dimensiones conseguida gracias a un
notable arco de piedra y clave de losetas cerámicas con el aljibe adosado a la pared exterior y que conserva el suelo original según se
puede apreciar en la foto.
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Suelo |
El
aljibe interior con brocal de piedra tallada y más de 60 m3 de capacidad, capta el agua de los tejados vertientes y del patio que actúa como impluvium y la recibe mediante conducción de piedra labrada que discurre por debajo del suelo. En su interior el propietario encontró una moneda con la inscripción "Carolus IIII Rex..." (probablemente un maravedí).
Como detalle adicional, poca gente (entre los que me incluyo) conoce que estos “pous” de
interior sirven como elemento adicional a la regulación de la temperatura que
proporcionan las dos alturas y el grosor de las paredes maestras, ya que pude
comprobar como respiraba frescura por los orificios de la tapa del brocal, que
no pude fotografiar.
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Casona derruida y esquilmada. Apenas queda el arranque del arco central |
Algunas
de esas casas antiguas se están viniendo abajo y otras están siendo profundamente reformadas a
veces, me temo, sin supervisión técnica ni patrimonial. Para terminar diré que los cuatro aljibes de la casa están en uso hoy en día para riego de la
huerta colindante. Un modelo de hábitat y un modo de vida que, quizás, debería
protegerse antes de que desaparezca por completo.
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