jueves, 13 de marzo de 2014

Una fecha inscrita en la obra de la Acequia Mayor

En una de mis visitas al Aigua Dolsa i Salá, concretamente la que me sirvió para recopilar material alrededor de uno de los lugares de baño de mi infancia y la Cueva de los Caníbales en un paraje digno de mejor suerte como veremos me encontré con una fecha incisa en el mortero de revestimiento exterior de uno los contrafuertes de sostén de la Acequia Mayor, parte de un modesto acueducto no exento de interés formado por un arco de medio punto reforzado con dos sendos contrafuertes adosados a cada lado del arco. La fecha, de ser cierta fijaría la del enlucido y probable ejecución de obras de reparación o mantenimiento de su caja en una época que  coincide con la construcción del Pantano (1632-1640, 1643...).

Ninguno de los documentos impresos consultados hasta hoy cita este detalle; tampoco lo conocían algunos investigadores conocedores de los avatares del trazado, así que aquí va una memoria o informe provisional:
El ancho del cajero sobre el arco supera los dos metros
Fecha inscrita (1640) con punzón fino sobre el revestimiento exterior de uno de los contrafuertes laterales de refuerzo de un arco de medio punto que soporta la Acequia Mayor para salvar uno de los barrancos vertientes al Vinalopó en el paraje denominado Aigua dolsa i Salà a continuación de Caramoro. La inscripción se efectuó con el revestimiento en fresco, como se puede apreciar por la limpieza del trazado; se encuentra enmarcada por debajo y en los laterales  por raspaduras cortas y curvas en sentido descendente, hechas probablemente con un instrumento de trabajo en el momento de la inscripción, raspaduras que aún hoy se efectúan por los albañiles en general para mejorar el fraguado y la consistencia. El enlucido recubriría los contrafuertes y el arco hechos con mampuesto concertado y mortero, circunstancia que se puede observar porque en buena parte del paño circundante al arco, así como en el lateral, el revestimiento se ha perdido.
El mortero empleado, a base de cal viva y arena, es de uso frecuente hasta la segunda mitad del S. XIX, época en la que se sustituye por otro tipo de cal y por los cementos Pórtland. Esto refuerza la tesis de contemporaneidad entre la fecha probable de enlucido y la inscrita. La técnica de picar el enlucido, como se observa en el exterior del cajero de la acequia, también es relativamente frecuente en la fecha indicada y dado que no se observan juntas ni cambios de color o consistencia entre ambos, cabe atribuir la misma datación. Extremo que debe ser corroborado habida cuenta de las numerosas reparaciones posteriores que ha sufrido la conducción.
Inscripción en el contrafuerte y enlucido picado
El lugar en el que se ubica debió ser uno de los puntos problemáticos del recorrido de la Acequia al cruzar en sentido transversal uno de los barrancos tributarios del Vinalopó con una superficie vertiente relativamente importante.
Entre el variado e interesante repertorio documental que atesora el Archivo histórico municipal de Elche quedan pendientes de consulta al menos dos documentos que podrían arrojar alguna luz acerca de las obras que se hicieron en la fecha inscrita en el contrafuerte fotografiado:

 H 1630 10 16
 48
 1 7 DOCUMENTACIÓN MUNICIPAL
 Testimonio sobre la rotura de la Acequia Mayor
 4 f.
 Acequia Mayor
 Señorío
 Procurador Patrimonial

 1664
 259 1882
 72 DOCUMENTACIÓN MUNICIPAL
 Apuntes de acuerdos y referencias históricas sobre la Acequia
 Mayor de Elche.
 7 f.
 Ms. de Pedro Ibarra Ruiz
 Z7/XXVIII E/12
 Acequia Mayor
 Ibarra Ruiz, Pedro (1858-1934)

El primer documento es especialmente interesante: fechado en 1630, evidencia la necesidad de la reparación de la Acequia Mayor en especial si tenemos en cuenta el inminente aprovechamiento del Pantano en proceso de construcción. Como elemento adicional, en el índice de remisiones a Cabildos de D. Pedro Ibarra se registran periódicamente  sucesivas notas de “visita al Pantano y Acequia” por el cabildo, prueba del interés con que los representantes municipales seguían la evolución de las obras y el estado de la Acequia. Aparece incluso la mención al llenado preventivo de las balsas existentes sobre los distintos partidores para garantizar las servidumbres de agua en el tiempo de reparación de la misma.
Posición del acueducto y superficie de escorrentía
Para terminar, el paraje, que me parece de una singular belleza (aspecto que no recogen las fotos; algún día volveré) y que además contiene otros elementos arquitectónicos de interés aparte de lo dicho (el estado de la conducción de agua dulce del Obispo Tormo) se encuentra maltratado por la acumulación de abandono de las administraciones competentes y tropelías de los particulares. Limpio y adecentado, con un mínimo de vigilancia se conservaría mucho mejor para generaciones futuras como es nuestra obligación y además bien podría servir como punto de visita para propios y extraños. Con ello la ruta siguiendo la Acequía Mayor, los Populus, la conducción del Obispo Tormo y otros elementos de interés hasta el Pantano debería ser ya una realidad.

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