CAMINOS IBEROS

sábado, 21 de septiembre de 2013

El Mercado Central como excusa (2): La excavación arqueológica


En la entrada anterior vimos que la posibilidad de urbanizar y de obtener a cambio suelo e infraestructuras en pleno centro histórico de la ciudad era el motor que explica (en parte) la propuesta del grupo Árbol y la posterior consideración del Ayuntamiento para llevar a efecto su proyecto y digo ahora que a través de un procedimiento como mínimo irregular según el blog megustaElche.

El objeto de la entrada de hoy es proporcionar elementos de juicio alrededor del otro elemento presente en el suelo que se pretende reurbanizar: los hallazgos arqueológicos que esconde y que inevitablemente saldrán si se hace la obra prevista.

La excavación arqueológica se tiene que llevar a efecto en toda la zona de ocupación máxima que presenta el plano, procedente de la documentación del proyecto en la web municipal. Queda claro que la superficie a urbanizar está dentro de la Vila Murada, catalogada como de especial protección arqueológica y en consecuencia debe excavarse toda como paso previo a la demolición del Mercado y posterior reedificación. A grandes rasgos podemos decir que hay tres partes: la Plaza Menéndez Pelayo entre el Arco del Ayuntamiento y el Mercado, la Plaza de la Fruita y la Plaza de les Flors. En su conjunto una L invertida. 

En el mes de mayo de 2008, como avance preliminar para intervención del “Proyecto de Rehabilitación y Mejora del Mercado Central” el Ayuntamiento encomendó a la empresa Alebus, dedicada a intervenciones arqueológicas,  la realización de cuatro sondeos para determinar lo que podría esconder el subsuelo. La intervención fue de circunstancias, ya que en vez de efectuar un cuadriculado de la superficie y excavar en catas, se escogieron cuatro puntos muy reducidos en extensión y profundidad y en lugares predeterminados. A continuación presentamos un resumen parcial de la memoria presentada en su día y las conclusiones completas en cursiva, a excepción de los subrayados, marcados por quien esto suscribe
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Los sondeos realizados han ocupado una superficie total de 8.20 m², repartidos de la siguiente manera:
- Sondeo 1: 2 m²
- Sondeo 2: 2.10 m²
- Sondeo 3: 2 m²
- Sondeo 4 : 2.10 m²                

Resumen del resultado de la excavación arqueológica:
El edificio objeto de nuestra actuación se encuentra ubicado en el centro histórico de la ciudad de Elche, en el espacio ocupado por la antigua medina islámica, zona protegida en el Plan General.
La realización de los sondeos viene marcada por la necesidad del promotor de comprobar la existencia o no de vestigios arqueológicos en el subsuelo. De esta manera podrá disponer de los datos necesarios para evaluar las posibles cautelas arqueológicas a tomar en la redacción del proyecto de remodelación del mercado.
La zona de trabajo plantea la particularidad de que se trata de un mercado en uso, por lo que la ubicación de los sondeos ha tenido que adaptarse a estas especiales circunstancias. De esta manera, los sondeos se han situado en los puestos no ocupados o en zonas de servicio no utilizadas para la venta. Se ha intentado que los sondeos se lleven a cabo en zonas lo suficientemente alejadas como para que los resultados puedan ser significativos.
Se han llevado a cabo cuatro sondeas en dos puestos vacíos del pasillo de la fruta (lateral norte) y dos del pescado (lateral sur), dispuestos en el área perimetral y central del edificio, representando un área total de 10.20 m2. Las dimensiones establecidas para los sondeos fueron de 1.75 x 1.20 m y de 1.00 x 2.00 m para los espacios más reducidos.
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CONCLUSIONES
El edificio del Mercado Central de Elche forma parte del espacio ocupado por la medina islámica, protegida como área arqueológica por el Ayuntamiento de la ciudad. La intervención ha venido motivada por la voluntad del promotor de constatar o desestimar la existencia de vestigios arqueológicos previos a la redacción del proyecto de remodelación del mercado. Se han realizado un total de 4 sondeos, distribuidos en la parte central y perimetral del edificio.
Los resultados de los sondeos arqueológicos realizados han permitido conocer datos acerca de la ocupación histórica del solar, con un primer asentamiento poco definido datado en época islámica, sin que podamos precisar la fase cronológica. Asociado a esta etapa solamente se ha documentado un tramo de muro macizo encofrado de cal que se apoya sobre una plataforma o pavimento de cal, ambos cortados por las construcciones contemporáneas (sondeo 4); y una fosa rellena de abundantes materiales arqueológicos que interpretamos como vertedero (sondeo 1).
La siguiente etapa es la bajomedieval-moderna (ss. XV- XVIII), constatada tan sólo en el sondeo 1, a partir de un relleno sedimentario sin estructuras asociadas.
En cambio, bien representada aparece la época moderna (ss. XVIII-XIX), con la conservación parcial, en el sondeo 2, de un muro de mampostería sobre el que apoyaba un recipiente cerámico completo de este momento; mientras que en el sondeo 3 apareció parte de una estructura de almacenaje del siglo XVIII que, por paralelos con otras actuaciones arqueológicas realizadas en la ciudad, bien podría formar parte de una bodega. Por otro lado, en el sondeo 4, apareció un fragmento de un pavimento de cantos rodados con cerámica asociada del siglo XVIII, seccionado, como en los otros sondeos, por las obras contemporáneas.
Por último, la época contemporánea con las obras de cimentación y saneamiento del mercado que, en algunos casos como en el sondeo 4 han cortado los niveles antiguos hasta llegar al estrato geológico, o en el sondeo 3, que el canal de desagüe rompe la tinaja de almacenamiento del siglo XVIII. El año 1961 de inauguración del mercado nos sintetiza el último momento de intervención
En conclusión, los sondeos arqueológicos realizados en el Mercado Central nos han permitido conocer parte de los momentos de ocupación histórica del edificio: desde época islámica, formando parte del interior de la medina y próximo a una de las puertas de acceso a la ciudad – el actual arco del Ayuntamiento – hasta nuestros días.
Valoración de los restos arqueológicos conservados en el Mercado Central.
El casco antiguo de la población de Elche ha sido objeto de multitud de actuaciones arqueológicas en los últimos años. En los alrededores del Mercado Central se han llevado a cabo intervenciones, dirigidas por uno de los que suscribe, en las que se ha puesto de manifiesto una secuencia ocupacional que ocupa, de forma discontinua en la mayor parte de los casos, desde el siglo XI hasta nuestros días.
En la excavación de un solar a escasos 5 m del sondeo 1 se documentó la existencia de tres niveles de ocupación (s. XI, XII y XIV) que informaban de la evolución de la ciudad desde la primera ocupación hasta la conquista cristiana de la plaza. Por otro lado, junto a la fachada oeste del mercado se llevó a cabo otra intervención en la que se comprobó la existencia de un edificio de época islámica con un grado de conservación excelente (más de 2.40 m de alzado conservado) cuya función no pudimos constatar.
En general, en las múltiples excavaciones que hemos llevado a cabo en el casco antiguo de la ciudad, hemos comprobado que la cota máxima de asentamiento de las casas del siglo XI, las más antiguas atestiguadas en torno al mercado, no sobrepasa los -1.60 m desde la cota de las aceras.
Para la construcción del mercado se rebajó el terreno unos 0.80 m. hasta el nivel de circulación del mismo, lo cual ha llevado a que para acceder al suelo deban bajarse unos escalones. Además, la construcción del pavimento contemporáneo del mercado añade entre 0.17 y 0.20 m de desmonte de los rellenos existentes para colocar y estabilizar el pavimento. Por debajo del pavimento se ha documentado en todos los sondeos un nivel de revuelto de unos 0.12-0.15 m de potencia que debe ser el resultado de la nivelación posterior al derrumbe de los inmuebles existentes anteriormente y a la nivelación previa a la colocación de la capa de hormigón que dará consistencia al pavimento posterior. Todavía por debajo de esta cota se encuentran las instalaciones, no en vano hemos encontrado en dos puntos restos de conducciones inutilizadas que rompían los rellenos arqueológicos.
Si sumamos la totalidad de los desmontes que se han llevado a cabo para la construcción del mercado, obviando las instalaciones por no suponer un desmonte generalizado, tenemos que los rellenos arqueológicos han sido desmontados en una media de unos 1.15 m. Si estimábamos que la cota media de relleno arqueológico en el espacio circundante era de -1.60, es fácil deducir que el relleno medio que queda como máximo susceptible de conservar restos arqueológicos es de 0.45 m, poco si lo comparamos con lo que había originalmente.
Pero esta lectura parece muy simplista. Se cumple parcialmente, y exclusivamente en la mitad de los sondeos realizados, ya que en el número 2 y en el 4 se ha conservado sólo una media de -0.55m de relleno arqueológico. En uno de los sondeos los restos documentados pertenecían a época islámica y en el otro a época moderna. En los otros dos sondeos se ha podido documentar que el nivel arqueológico supera el metro de potencia; esto se debe a que hay también que contar con las construcciones negativas (pozos, zanjas, ...) rellenas con material arqueológico (como la descubierta en el sondeo 1) y al hallazgo de sótanos como el que da lugar a la despensa descubierta en el sondeo 3.
Una hipotética intervención sobre el inmueble que supusiese la remoción de la tierra sobre la que se asienta el pavimento actual de la planta baja supondría, sin contar con remociones ya existentes -como la del ascensor- que hayan podido destruir los niveles arqueológicos, la excavación de un mínimo de 0.45 m de relleno en una superficie aproximada de 1320 m2. Poniéndonos en el mejor de los casos, deberían excavarse con metodología arqueológica un volumen de tierra en torno a los 600 m3.

Esta nota final es interesante en la medida que establece a las claras el tipo de trabajo a realizar: una excavación arqueológica significa la remoción manual con instrumentos adecuados y mediante la oportuna toma de datos, fotografías, esquemas y todos los elementos que configuran un tratamiento riguroso del terreno a remover.

El panorama completo se dibuja a partir del contundente y excelente artículo de María Pomares, publicado en el Diario Información del 13 de este mes, quien para informarse acudió a las fuentes técnicas municipales y del que extraemos algunas citas:
...A priori, parece que el punto más conflictivo se encuentra en el almacén de contenedores que hay situado frente al Ayuntamiento. Fue allí donde, durante el mandato de Diego Maciá, coincidiendo con el proyecto para soterrar los depósitos, se encontraron restos de época islámica y, en concreto, varios muros correspondientes a una construcción que no se llegó a identificar, según algún expertos consultados, mientras que otras personas, como el exconcejal socialista Federico Buyolo hoy diputado nacional, sostienen que se llegó a barajar la posibilidad de que fuera una mezquita del siglo XII. Al final, aquel proyecto nunca vio la luz, y los restos permanecieron ocultos.
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Más tarde, en 2008, ya en el mandato de Alejandro Soler, se volvieron a hacer nuevas pruebas, en este caso en los dos edificios situados junto al Ayuntamiento. Las excavaciones sacaron a la luz la existencia de viviendas almohades de pequeñas dimensiones y escaso valor, según los expertos, pero que acreditaban que la ciudad islámica estaba a dos metros por debajo del nivel de la actual...
Finalmente, el técnico sentencia que, «dadas las circunstancias del entorno descrito, el espacio que ocupa la citada plaza la de la Fruita puede conservar restos arqueológicos mejor conservados que en el resto de zonas afectadas por el nuevo mercado», y, de ahí, que se planteen en ese punto, con una superficie estimada de excavación de 881,47 metros cuadrados...
Es decir, que a la proyección mínima de Alebus en cuanto a la superficie de excavación arqueológica deben sumarse los 881 metros cuadrados de la Plaza de la Fruita, la Plaza de las Flores (parcialmente ocupada por un sótano) con los correspondientes a la Plaza Menéndez Pelayo y el espacio inmediato al Ayuntamiento y a la muralla medieval, no cuantificados.

En definitiva:
1.- El Ayuntamiento sabe que existen restos arqueológicos en el subsuelo del área a excavar e incluso que pueden ser potencialmente importantes, en la zona de los contenedores y al menos en uno de los cuatro sondeos.
2.- Se está especulando, sin fundamento, con que sean mínimos o carentes de importancia.
3.- En cualquier caso, de hacerse bien, las excavaciones arqueológicas se van a prolongar en el tiempo contando incluso con que lo excavado esté en los términos mínimos planteados por Alebus y los técnicos municipales. 

2 comentarios:

  1. La lógica de retirar la licitación de adjudicación, y presentar un concurso publico de ideas abierto. Lo más urgente, a fin de ayudar a dinamizar y modernizar la gestión del fundamental e histórico, eje social y turístico, Mercado Central, y sus tramas y tejido económicos de pymes de emprendedores del comercio y restauración gastronómica local

    En el PRI, urbanístico, pueden comprobar y que da pie a la modificación posterior de posibles nuevos usos, en el solar del mercado central, reconoce, como no puede ser de otra manera, la existencia tanto del antiguo refugio de la guerra civil, como de la propia Villa Murada, y de la ciudad islámica/medieval, inmersos en decretos y legislación ley de máxima protección, ya que se encuentran inmersos en el Recinto histórico artístico y tradicional, y preserva por completo el patrimonio urbanístico y arquitectónico como, parte y eje de de esa dinamización del centro histórico, en las que prohíbe expresamente cualquier sótano, una vez sacados a la luz los hallazgos, que documentales están confirmados y protegidos.
    Por lo tanto no tiene ningún sentido este autentico desgaste a la sociedad ilicitana de sacar a licitación un concurso que no aporta proyecto, ni los preceptivos informes de supervisión necesarios, arqueológicos, paisajísticos, geológicos, movilidad del trafico, ya existe también uno negativo, así como el impacto económico, que afecta al entorno, a los comerciantes con las consiguientes perdidas de cientos de empleos.
    http://www.elche.es/media/tinyimages/file/14-08-13.pdf

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    1. Nás claro y bien explicado, es casi imposible.

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