En la entrada anterior vimos que la posibilidad de urbanizar y de obtener a cambio suelo e infraestructuras en pleno centro histórico de la ciudad era el motor que explica (en parte) la propuesta del grupo Árbol y la posterior consideración del Ayuntamiento para llevar a efecto su proyecto y digo ahora que a través de un procedimiento como mínimo irregular según el blog megustaElche.
El objeto de la entrada de hoy es proporcionar elementos de juicio alrededor del otro elemento presente en el suelo que se pretende reurbanizar: los hallazgos arqueológicos que esconde y que inevitablemente saldrán si se hace la obra prevista.
La excavación arqueológica se tiene que llevar a efecto en toda la zona de ocupación máxima que presenta el plano, procedente de la documentación del proyecto en la web municipal. Queda claro que la superficie a urbanizar está dentro de la Vila Murada, catalogada como de especial protección arqueológica y en consecuencia debe excavarse toda como paso previo a la demolición del Mercado y posterior reedificación. A grandes rasgos podemos decir que hay tres partes: la Plaza Menéndez Pelayo entre el Arco del Ayuntamiento y el Mercado, la Plaza de la Fruita y la Plaza de les Flors. En su conjunto una L invertida.
En el mes de mayo de
2008, como avance preliminar para intervención del “Proyecto de Rehabilitación
y Mejora del Mercado Central” el Ayuntamiento encomendó a la empresa Alebus, dedicada
a intervenciones arqueológicas, la
realización de cuatro sondeos para determinar lo que podría esconder el subsuelo. La intervención fue de circunstancias, ya que en vez de efectuar un cuadriculado
de la superficie y excavar en catas, se escogieron cuatro puntos muy
reducidos en extensión y profundidad y en lugares predeterminados. A
continuación presentamos un resumen parcial de la memoria presentada en su día
y las conclusiones completas en cursiva, a excepción de los subrayados,
marcados por quien esto suscribe
...
Los sondeos
realizados han ocupado una superficie total de 8.20 m², repartidos de la siguiente
manera:
- Sondeo 1: 2 m²
- Sondeo 2: 2.10 m²
- Sondeo 3: 2 m²
- Sondeo 4 : 2.10 m²
Resumen
del resultado de la excavación arqueológica:
El edificio objeto de nuestra actuación
se encuentra ubicado en el centro histórico de la ciudad de Elche, en el espacio
ocupado por la antigua medina islámica,
zona protegida en el Plan General.
La realización de los sondeos viene
marcada por la necesidad del promotor de comprobar la existencia o no de
vestigios arqueológicos en el subsuelo. De esta manera podrá disponer de los
datos necesarios para evaluar las posibles cautelas arqueológicas a tomar en la
redacción del proyecto de remodelación del mercado.
La zona de trabajo plantea la
particularidad de que se trata de un mercado en uso, por lo que la ubicación de
los sondeos ha tenido que adaptarse a estas especiales circunstancias. De esta
manera, los sondeos se han situado en los puestos no ocupados o en zonas de
servicio no utilizadas para la venta. Se ha intentado que los sondeos se lleven
a cabo en zonas lo suficientemente alejadas como para que los resultados puedan
ser significativos.
Se han llevado a cabo cuatro sondeas en
dos puestos vacíos del pasillo de la fruta (lateral norte) y dos del pescado
(lateral sur), dispuestos en el área perimetral y central del edificio,
representando un área total de 10.20 m2. Las dimensiones establecidas
para los sondeos fueron de 1.75 x 1.20 m y de 1.00 x 2.00 m para los espacios
más reducidos.
CONCLUSIONES
El edificio del Mercado Central de Elche
forma parte del espacio ocupado por la medina
islámica, protegida como área arqueológica por el Ayuntamiento de la
ciudad. La intervención ha venido motivada por la voluntad del promotor de
constatar o desestimar la existencia de vestigios arqueológicos previos a la
redacción del proyecto de remodelación del mercado. Se han realizado un total
de 4 sondeos, distribuidos en la parte central y perimetral del edificio.
Los resultados de los sondeos arqueológicos realizados han
permitido conocer datos acerca de la ocupación histórica del solar, con un
primer asentamiento poco definido datado en época islámica, sin que
podamos precisar la fase cronológica. Asociado a esta etapa solamente se ha
documentado un tramo de muro macizo encofrado de cal que se apoya sobre una
plataforma o pavimento de cal, ambos cortados por las construcciones
contemporáneas (sondeo 4); y una fosa rellena de abundantes materiales
arqueológicos que interpretamos como vertedero (sondeo 1).
La siguiente etapa es la bajomedieval-moderna (ss.
XV- XVIII), constatada tan sólo en el sondeo 1, a partir de un relleno
sedimentario sin estructuras asociadas.
En cambio, bien representada aparece la época moderna (ss.
XVIII-XIX), con la conservación parcial, en el sondeo 2, de un muro de
mampostería sobre el que apoyaba un recipiente cerámico completo de este
momento; mientras que en el sondeo 3 apareció parte de una estructura de
almacenaje del siglo XVIII que, por paralelos con otras actuaciones
arqueológicas realizadas en la ciudad, bien podría formar parte de una bodega.
Por otro lado, en el sondeo 4, apareció un fragmento de un pavimento de cantos
rodados con cerámica asociada del siglo XVIII, seccionado, como en los
otros sondeos, por las obras contemporáneas.
Por último, la época
contemporánea con las obras de cimentación y saneamiento del mercado que,
en algunos casos como en el sondeo 4 han cortado los niveles antiguos hasta
llegar al estrato geológico, o en el sondeo 3, que el canal de desagüe rompe la
tinaja de almacenamiento del siglo XVIII. El año 1961 de inauguración del
mercado nos sintetiza el último momento de intervención
En conclusión, los
sondeos arqueológicos realizados en el Mercado Central nos han permitido
conocer parte de los momentos de ocupación histórica del edificio: desde época
islámica, formando parte del interior de la medina y próximo a una de las
puertas de acceso a la ciudad – el actual arco del Ayuntamiento – hasta
nuestros días.
Valoración de los
restos arqueológicos conservados en el Mercado Central.
El casco antiguo de
la población de Elche ha sido objeto de multitud de actuaciones arqueológicas
en los últimos años. En los alrededores del Mercado Central se han llevado a
cabo intervenciones, dirigidas por uno de los que suscribe, en las que se ha
puesto de manifiesto una secuencia ocupacional que ocupa, de forma discontinua
en la mayor parte de los casos, desde el siglo XI hasta nuestros días.
En la excavación de
un solar a escasos 5 m del sondeo 1 se documentó la existencia de tres
niveles de ocupación (s. XI, XII y XIV) que informaban de la evolución de
la ciudad desde la primera ocupación hasta la conquista cristiana de la plaza.
Por otro lado, junto a la fachada oeste del mercado se llevó a cabo otra
intervención en la que se comprobó la existencia de un edificio de época
islámica con un grado de conservación excelente (más de 2.40 m de alzado
conservado) cuya función no pudimos constatar.
En general, en las
múltiples excavaciones que hemos llevado a cabo en el casco antiguo de la
ciudad, hemos comprobado que la cota máxima de asentamiento de las casas del
siglo XI, las más antiguas atestiguadas en torno al mercado, no sobrepasa los
-1.60 m desde la cota de las aceras.
Para la construcción
del mercado se rebajó el terreno unos 0.80 m. hasta el nivel de circulación del
mismo, lo cual ha llevado a que para acceder al suelo deban bajarse unos
escalones. Además, la construcción del pavimento contemporáneo del mercado
añade entre 0.17 y 0.20 m de desmonte de los rellenos existentes para colocar y
estabilizar el pavimento. Por debajo del pavimento se ha documentado en todos
los sondeos un nivel de revuelto de unos 0.12-0.15 m de potencia que debe ser
el resultado de la nivelación posterior al derrumbe de los inmuebles existentes
anteriormente y a la nivelación previa a la colocación de la capa de hormigón
que dará consistencia al pavimento posterior. Todavía por debajo de esta cota
se encuentran las instalaciones, no en vano hemos encontrado en dos puntos
restos de conducciones inutilizadas que rompían los rellenos arqueológicos.
Si sumamos la
totalidad de los desmontes que se han llevado a cabo para la construcción del
mercado, obviando las instalaciones por no suponer un desmonte generalizado,
tenemos que los rellenos arqueológicos han sido desmontados en una media de
unos 1.15 m. Si estimábamos que la cota media de relleno arqueológico en el
espacio circundante era de -1.60, es fácil deducir que el relleno medio que
queda como máximo susceptible de conservar restos arqueológicos es de 0.45 m,
poco si lo comparamos con lo que había originalmente.
Pero esta lectura
parece muy simplista. Se cumple parcialmente, y exclusivamente en la mitad de
los sondeos realizados, ya que en el número 2 y en el 4 se ha conservado sólo
una media de -0.55m de relleno arqueológico. En uno de los sondeos los restos
documentados pertenecían a época islámica y en el otro a época moderna. En los
otros dos sondeos se ha podido documentar que el nivel arqueológico supera el
metro de potencia; esto se debe a que hay también que contar con las
construcciones negativas (pozos, zanjas, ...) rellenas con material
arqueológico (como la descubierta en el sondeo 1) y al hallazgo de sótanos como
el que da lugar a la despensa descubierta en el sondeo 3.
Una hipotética
intervención sobre el inmueble que supusiese la remoción de la tierra sobre la
que se asienta el pavimento actual de la planta baja supondría, sin contar con
remociones ya existentes -como la del ascensor- que hayan podido destruir los
niveles arqueológicos, la excavación de un
mínimo de 0.45 m de relleno en una superficie aproximada de 1320 m2.
Poniéndonos en el mejor de los casos,
deberían excavarse con metodología arqueológica un volumen de tierra en torno a
los 600 m3.
Esta
nota final es interesante en la medida que establece a las claras el tipo de
trabajo a realizar: una excavación arqueológica significa la remoción manual
con instrumentos adecuados y mediante la oportuna toma de datos, fotografías,
esquemas y todos los elementos que configuran un tratamiento riguroso del
terreno a remover.
El panorama completo se dibuja a
partir del contundente y excelente artículo de María Pomares, publicado en el
Diario Información del 13 de este mes, quien para
informarse acudió a las fuentes técnicas municipales y del que extraemos algunas
citas:
...A priori, parece que el punto más
conflictivo se encuentra en el almacén de contenedores que hay situado
frente al Ayuntamiento. Fue allí donde, durante el mandato de Diego Maciá,
coincidiendo con el proyecto para soterrar los depósitos, se encontraron restos
de época islámica y, en concreto, varios muros correspondientes a una
construcción que no se llegó a identificar, según algún expertos consultados,
mientras que otras personas, como el exconcejal socialista Federico Buyolo hoy
diputado nacional, sostienen que se llegó a barajar la posibilidad de que
fuera una mezquita del siglo XII. Al final, aquel proyecto nunca vio la
luz, y los restos permanecieron ocultos.
...
Más tarde, en 2008, ya en el mandato de
Alejandro Soler, se volvieron a hacer nuevas pruebas, en este caso en los dos
edificios situados junto al Ayuntamiento. Las excavaciones sacaron a la luz la
existencia de viviendas almohades de pequeñas dimensiones y escaso valor,
según los expertos, pero que acreditaban que la ciudad islámica estaba a dos metros
por debajo del nivel de la actual...
Finalmente, el técnico sentencia que, «dadas
las circunstancias del entorno descrito, el espacio que ocupa la citada plaza
la de la Fruita puede conservar restos arqueológicos mejor conservados que en
el resto de zonas afectadas por el nuevo mercado», y, de ahí, que se planteen
en ese punto, con una superficie estimada de excavación de 881,47 metros
cuadrados...
Es decir,
que a la proyección mínima de Alebus en cuanto a la superficie de excavación arqueológica
deben sumarse los 881 metros cuadrados de la Plaza de la Fruita, la Plaza de las Flores (parcialmente ocupada por un sótano) con los correspondientes
a la Plaza Menéndez Pelayo y el espacio inmediato al Ayuntamiento y a la
muralla medieval, no cuantificados.
En
definitiva:
1.-
El Ayuntamiento sabe que existen restos arqueológicos en el subsuelo del área a
excavar e incluso que pueden ser potencialmente importantes, en la zona de los contenedores y al menos en uno de los cuatro sondeos.
2.-
Se está especulando, sin fundamento, con que sean mínimos o carentes de importancia.
3.- En
cualquier caso, de hacerse bien, las excavaciones arqueológicas se van a
prolongar en el tiempo contando incluso con que lo excavado esté en los términos
mínimos planteados por Alebus y los técnicos municipales.
La lógica de retirar la licitación de adjudicación, y presentar un concurso publico de ideas abierto. Lo más urgente, a fin de ayudar a dinamizar y modernizar la gestión del fundamental e histórico, eje social y turístico, Mercado Central, y sus tramas y tejido económicos de pymes de emprendedores del comercio y restauración gastronómica local
ResponderEliminarEn el PRI, urbanístico, pueden comprobar y que da pie a la modificación posterior de posibles nuevos usos, en el solar del mercado central, reconoce, como no puede ser de otra manera, la existencia tanto del antiguo refugio de la guerra civil, como de la propia Villa Murada, y de la ciudad islámica/medieval, inmersos en decretos y legislación ley de máxima protección, ya que se encuentran inmersos en el Recinto histórico artístico y tradicional, y preserva por completo el patrimonio urbanístico y arquitectónico como, parte y eje de de esa dinamización del centro histórico, en las que prohíbe expresamente cualquier sótano, una vez sacados a la luz los hallazgos, que documentales están confirmados y protegidos.
Por lo tanto no tiene ningún sentido este autentico desgaste a la sociedad ilicitana de sacar a licitación un concurso que no aporta proyecto, ni los preceptivos informes de supervisión necesarios, arqueológicos, paisajísticos, geológicos, movilidad del trafico, ya existe también uno negativo, así como el impacto económico, que afecta al entorno, a los comerciantes con las consiguientes perdidas de cientos de empleos.
http://www.elche.es/media/tinyimages/file/14-08-13.pdf
Nás claro y bien explicado, es casi imposible.
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