1.-
La Cumbre Social.
Si
el movimiento 15 M fue la primera respuesta social al retroceso generalizado
en las condiciones de vida de una parte cada vez más importante de la
población podemos considerar la CUMBRE SOCIAL como un paso más, el primer
órgano unitario que encauza hoy el malestar ante los ataques de la marea azul
del PP a una serie de derechos que se creían consolidados; los retrocesos en
asistencia social, pensiones, atención sanitaria, educación, etc. son tan
alarmantes que solo cabe una respuesta unitaria como primer paso para romper la
prepotencia del PP y reponer paulatinamente las posiciones perdidas. Se dice
que más de 150 organizaciones distintas apoyan el 15 S en una clara
demostración de que se puede converger desde posiciones diversas, un ejemplo
de unidad de acción sin precedentes. Y es casi inevitable que sean precisamente
las centrales sindicales las impulsoras de la cumbre social y de las
manifestaciones y otros actos de protesta social, porque son las únicas
entidades presentes en todo el Estado que aún cuentan pese a todo, con
suficiente capacidad y prestigio para encabezar el movimiento. Algunas
organizaciones pretenden desmarcarse alegando aspectos
criticables de la convocatoria y de la práctica sindical mayoritaria, en un
momento en el que la desmovilización es un sinsentido porque nos estamos
jugando el futuro y en cualquier caso la responsabilidad recaerá
inevitablemente en su mayor parte sobre las centrales sindicales, así que
tienen que apretar porque también se están jugando el suyo. También
debería ser lógico el siguiente paso: impulsar y favorecer acuerdos entre todas
las fuerzas políticas para un programa de gobierno basado en el retorno
paulatino de las condiciones perdidas en los distintos niveles de la representación social (Ayuntamientos y Diputaciones, CCAA y Estado). Tal y como andan las cosas no debe ser
difícil alcanzar un compromiso de mínimos y de pasos a seguir
independientemente de la marca electoral y de los resultados electorales. Para
mí, la unidad de acción debe traducirse en un programa común de los partidos
progresistas, con un compromiso explícito y publico.
2.-
Una marea multicolor
Apenas se ha comentado,
pero cada entidad convocante repartirá, con el billete del autobús sus propias
camisetas, con sus colores y su eslógan, y cada sector saldrá desde un punto
distinto para converger en el lugar elegido. Cada agrupación y cada organización
llevará sus consignas hasta formar una marea de reclamaciones que se traducirá
en una explosión de colores sobre Madrid, un arco iris reivindicativo. Cada uno por lo suyo y entre todos en
una dirección: ya era hora.
Declaración de la Cumbre Social.
Texto íntegro de la
Declaración que se aprobó el 25 de Julio en la Cumbre Social celebrada en
Madrid.
Cuando en la segunda mitad de 2008, la economía productiva de
Estados Unidos y Europa se empieza a contagiar del enorme fraude iniciado en el
sistema bancario norteamericano con la emisión de unos sofisticados productos
financieros por valor de billones de dólares, los dirigentes políticos europeos
no se pusieron de acuerdo sobre el impacto de la crisis. Unos negaron
reiteradamente que la crisis financiera llegara a adquirir la dimensión de
crisis económica y productiva internacional; otros agitaron en sus respectivos
países el deterioro de los grandes indicadores macroeconómicos para arremeter
contra sus adversarios políticos en el Gobierno y acusarles de incapacidad e
insolvencia. Reclamaron desde la oposición las conquistas del Estado de
bienestar y proclamaron solemnemente su compromiso con los derechos sociales y
laborales.
Unos y otros desoyeron las iniciativas de voces autorizadas de la economía y fundamentalmente del movimiento sindical, exigiendo otra política para salir de la crisis y medidas para la reactivación económica, el empleo y la cohesión social. Después de vagas promesas de inversión pública dirigida a activar la creación de empleo, los mandatarios de todo el mundo abrazaron la misma política que había provocado la crisis: fuerte desregulación de derechos, incompatibilidad entre el Estado social y el equilibrio de las cuentas públicas, y máxima prioridad para contener el déficit en el menor tiempo posible. Tras cuatro años de liberalismo en estado puro el resultado no admite dudas: más crisis, más recesión, más desempleo, menos cohesión social, menos Estado e incremento sostenido de la injusticia y la exclusión social. La política y la democracia empezaron a ser derrotadas por la economía especulativa y los mercados financieros.
En España, la situación se nos antoja paradigmática. Los que gobernaron ayer acabaron asumiendo "por responsabilidad" los postulados del neoliberalismo. Los que lo hacen hoy ganaron las elecciones con un programa y gobiernan con otro. Un descarnado ejercicio de fraude democrático que en el caso del Gobierno de Mariano Rajoy parece no tener límites. En poco más de seis meses ha acabado con la arquitectura del derecho laboral que surgió de la transición democrática; hace más difícil la vida a las personas en paro; empobrece a la inmensa mayoría de asalariados y pensionistas; se muestra hostil con la inmigración; niega el presente y el futuro de los jóvenes; ensancha el territorio de la desigualdad entre géneros y vuelve a negar el derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto; corta de raíz la cooperación al desarrollo; penaliza la actividad de los autónomos; ningunea la investigación y la ciencia; abandona a las personas dependientes y a quienes les atienden; arrincona la cultura; deteriora los servicios públicos y asesta un duro golpe a la educación y sanidad públicas; cuestiona y/o niega derechos y libertades en una acusada deriva autoritaria; exhibe una voluntad enfermiza de perseguir a los sindicatos y colectivos de representación ciudadana; se obsesiona con el déficit; olvida la inversión pública, la actividad económica y el empleo; camina inexorablemente hacia los 6 millones de parados a finales de 2012. Y todo ello para tratar de encontrar la confianza de los mercados financieros y de la Unión Europea, que no solo no logra, sino que recibe a cambio humillación y desprecio.
Ha llegado el momento de decir basta. Así lo demuestran miles de ciudadanos y ciudadanas que salen a la calle en distintos puntos del país -quizás por primera vez en mucho tiempo- para defender sus derechos. El 19 de julio fueron millones de personas las que llenaron las calles de España para rechazar los recortes del Ejecutivo. Y en agosto volverán a salir manifestarse a pesar del periodo estival.
No vamos a parar. En septiembre, las organizaciones que hemos participado en la Cumbre Social nos proponemos intensificar la movilización social y democrática para hacerla más contundente y masiva. Recurriremos a todos los instrumentos que la Constitución pone en nuestras manos y expresaremos el firme rechazo de la mayoría de la sociedad a unas medidas que arruinan la economía, contraen el consumo y quiebran el modelo de convivencia de los últimos 35 años.
EL 15 DE SEPTIEMBRE CENTENARES DE MILES DE CIUDADANOS Y CIUDADANAS MARCHARÁN A MADRID DESDE TODOS LOS RINCONES DE LA GEOGRAFÍA ESPAÑOLA PARA DECIR NO A TANTA INJUSTICIA. De inmediato emplazaremos al Gobierno a que no prolongue ni profundice una política tan ineficaz como injusta y convoque un referéndum para que la ciudadanía se pronuncie sobre las medidas aprobadas. Si no lo hiciera, seremos las organizaciones de la Cumbre Social las que llevemos a cabo la convocatoria de una CONSULTA POPULAR y con el resultado de la misma actuar en consecuencia.
Unos y otros desoyeron las iniciativas de voces autorizadas de la economía y fundamentalmente del movimiento sindical, exigiendo otra política para salir de la crisis y medidas para la reactivación económica, el empleo y la cohesión social. Después de vagas promesas de inversión pública dirigida a activar la creación de empleo, los mandatarios de todo el mundo abrazaron la misma política que había provocado la crisis: fuerte desregulación de derechos, incompatibilidad entre el Estado social y el equilibrio de las cuentas públicas, y máxima prioridad para contener el déficit en el menor tiempo posible. Tras cuatro años de liberalismo en estado puro el resultado no admite dudas: más crisis, más recesión, más desempleo, menos cohesión social, menos Estado e incremento sostenido de la injusticia y la exclusión social. La política y la democracia empezaron a ser derrotadas por la economía especulativa y los mercados financieros.
En España, la situación se nos antoja paradigmática. Los que gobernaron ayer acabaron asumiendo "por responsabilidad" los postulados del neoliberalismo. Los que lo hacen hoy ganaron las elecciones con un programa y gobiernan con otro. Un descarnado ejercicio de fraude democrático que en el caso del Gobierno de Mariano Rajoy parece no tener límites. En poco más de seis meses ha acabado con la arquitectura del derecho laboral que surgió de la transición democrática; hace más difícil la vida a las personas en paro; empobrece a la inmensa mayoría de asalariados y pensionistas; se muestra hostil con la inmigración; niega el presente y el futuro de los jóvenes; ensancha el territorio de la desigualdad entre géneros y vuelve a negar el derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto; corta de raíz la cooperación al desarrollo; penaliza la actividad de los autónomos; ningunea la investigación y la ciencia; abandona a las personas dependientes y a quienes les atienden; arrincona la cultura; deteriora los servicios públicos y asesta un duro golpe a la educación y sanidad públicas; cuestiona y/o niega derechos y libertades en una acusada deriva autoritaria; exhibe una voluntad enfermiza de perseguir a los sindicatos y colectivos de representación ciudadana; se obsesiona con el déficit; olvida la inversión pública, la actividad económica y el empleo; camina inexorablemente hacia los 6 millones de parados a finales de 2012. Y todo ello para tratar de encontrar la confianza de los mercados financieros y de la Unión Europea, que no solo no logra, sino que recibe a cambio humillación y desprecio.
Ha llegado el momento de decir basta. Así lo demuestran miles de ciudadanos y ciudadanas que salen a la calle en distintos puntos del país -quizás por primera vez en mucho tiempo- para defender sus derechos. El 19 de julio fueron millones de personas las que llenaron las calles de España para rechazar los recortes del Ejecutivo. Y en agosto volverán a salir manifestarse a pesar del periodo estival.
No vamos a parar. En septiembre, las organizaciones que hemos participado en la Cumbre Social nos proponemos intensificar la movilización social y democrática para hacerla más contundente y masiva. Recurriremos a todos los instrumentos que la Constitución pone en nuestras manos y expresaremos el firme rechazo de la mayoría de la sociedad a unas medidas que arruinan la economía, contraen el consumo y quiebran el modelo de convivencia de los últimos 35 años.
EL 15 DE SEPTIEMBRE CENTENARES DE MILES DE CIUDADANOS Y CIUDADANAS MARCHARÁN A MADRID DESDE TODOS LOS RINCONES DE LA GEOGRAFÍA ESPAÑOLA PARA DECIR NO A TANTA INJUSTICIA. De inmediato emplazaremos al Gobierno a que no prolongue ni profundice una política tan ineficaz como injusta y convoque un referéndum para que la ciudadanía se pronuncie sobre las medidas aprobadas. Si no lo hiciera, seremos las organizaciones de la Cumbre Social las que llevemos a cabo la convocatoria de una CONSULTA POPULAR y con el resultado de la misma actuar en consecuencia.
Extracto del folleto de CCOO-PV:
Si quieres venir con nosotros, colabora con la compra de un
bono (10 €), que da derecho al viaje de ida y vuelta a Madrid, más una camiseta
(necesitamos nos facilites talla, las tallas
que tendremos serán: XXXL, XXL, XL, L, M, S.).
Bono para el autobús de 10 euros: se deberán adquirir con anterioridad en cualquiera de las sedes del sindicato y se entregarán en la subida al autobús que corresponda. Con este bono se hará entrega de una camiseta.
Si
no puedes asistir y quieres colaborar hay un bono solidario de 5 € (incluye
camiseta).
Bono de colaboración
de 5 euros: con este
bono se hará entrega de una camiseta y una chapa. También se podrán adquirir en
cualquiera de las sedes del sindicato.
Lugares y horario salidas autobuses
Alicante: 4.00 h desde la Cafetería Castell, calle Doctor Marañón, 8
(descampado de Información).
Benidorm: 4.00 h desde la puerta del sindicato.
Dènia: 4.00 h desde los Juzgados.
Torrevieja: 4.00 h plaza del Molino.
Crevillent: 4.00 h paseo de Fontenay.
Elx: 4.00 h calle Illueca.
Novelda: 4.00 h gasolinera Panach.
Elda: 4.00 h avenida Reina Victoria.
Villena: 4.00 h avenida la Constitución.
Alcoi: 4.00 h plaza Al Azraq (plaza Juzgado)
Benidorm: 4.00 h desde la puerta del sindicato.
Dènia: 4.00 h desde los Juzgados.
Torrevieja: 4.00 h plaza del Molino.
Crevillent: 4.00 h paseo de Fontenay.
Elx: 4.00 h calle Illueca.
Novelda: 4.00 h gasolinera Panach.
Elda: 4.00 h avenida Reina Victoria.
Villena: 4.00 h avenida la Constitución.
Alcoi: 4.00 h plaza Al Azraq (plaza Juzgado)
2. Hora del
Acto 12 h. en Plaza de Colón con finalización sobre las 14,00 h.
3. Hora y lugar salida de Madrid: 16,00
h.
Más
información y lista de autobuses aquí:
IMPORTANTE:
Hay que ponerse en contacto previo con los organizadores para acceder al autobús
y para las camisetas.
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