Bernardo Espinalt y García es uno de los autores clave de la ilustración española. Socio numerario de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos de País, alto funcionario de Correos, fue responsable de algunas publicaciones de mérito, entre las que destaca El Atlante español ó Descripción general Geográfica, Cronológica, é Histórica de España, por Reynos, y Provincias: De sus ciudades, Villas, y Lugares más famosos: de su Población, Rios, Montes, &c. Adornado de estampas finas, que demuestran las Vistas perspectivas de todas las Ciudades: Trages propios de que usa cada Reyno, y Blasones que les son peculiares, publicada en catorce volúmenes de pequeño formato (octavo) en Madrid, en la Imprenta de Antonio Fernández, entre 1778 y 1795.
La obra pretende ser una descripción del Estado al finalizar el XVIII, para valorar la situación del reino con el probable objeto de mejorarlo continuando de alguna manera la vieja tradición arbitrista. No estamos ante el libro de viajes típico de los extranjeros ilustrados en busca de aventuras y exotismo que a partir del XVII llegan a ser relativamente frecuentes. Entre otras, la diferencia con esas descripciones, según Azorín[1], es que por lo visto fue redactada gracias al envío de cuestionarios a las autoridades, o sea que no es el producto de un itinerario o una visita a los lugares que describe; no obstante es fuente de autoridad para muchas cuestiones: escudos, monumentos, costumbres, etc. Emilio Soler Pascual, dentro del ciclo de conferencias Huellas de barroco llega a afirmar que Fue el antecedente, casi cien años antes, del “Madoz” (al que dedicaremos alguna entrada). Lo cierto es que Pasqual Madoz sigue casi literalmente a Cavanilles, quien sí pateó el territorio ya que poco después de la publicación del Atlante español, el botánico dio a la imprenta sus Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia (1795-1797) como se sabe una magistral aproximación geográfica al País Valenciano. Ello no obsta para que el Atlante español sea efectivamente una de las obras más interesantes de la ilustración española, pasando por encima incluso de la crítica azoriniana y de algunas inexactitudes.
Existe una versión digital del volumen dedicado a la Comunidad Valenciana en la Biblioteca Valenciana Digital (Bivaldi), descargable en cuatro ficheros pdf:
El artículo dedicado a nuestra ciudad ocupa las p. 268 a 279 que se reproducen a continuación:
http://es.wikipedia.org/wiki/Bernardo_Espinalt
http://elpais.com/diario/2008/08/16/cvalenciana/1218914294_850215.html
http://elpais.com/diario/2008/08/16/cvalenciana/1218914294_850215.html
[1] Nota procedente de: El dolor por España en Dolores Franco, Azorín y Jacinto Bejarano / Rocío Quintanilla, López-Tafall, p 36 de la versión digital
“Aquí, Azorín encuentra asiento a su pensamiento sobre la geografía. España: un país donde nadie sabe geografía. Y nos pasa a explicar que allá en 1778, en época de Bejarano un hombre quiso hacer un Atlante español o descripción geográfica, cronológica e histórica de España. Y como muchas veces ocurre en España pretendía hacer con el mínimo esfuerzo, mandando un cuestionario a las autoridades de cada comarca y villa con el fin de que hicieran la labor por ellos. Y hubo quejas y negativas porque para conocer España hay que recorrerla, hay que andarla. Sin embargo, el proyecto aportaba algo inobjetablemente valioso: las estampas finas de hombres anónimos de todos los tiempos...
Y más adelante:...Han hecho descubrimientos inmensos en el Nuevo Mundo y no conocen todavía su propio continente... “A Bejarano le llega el cuestionario del tal Bernard Espinalt García; o como él dice, de un tal G.E. A la solicitud, contesta con un tono duro, irónico y melancólico, que no atenderá su ruego...”
Fuente de las ilustraciones: http://www.grabadoantiguo.com
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