Este año Selene se asoma en su plenitud y asiste con sus mejores galas al diálogo entre el cielo y la tierra que cada año se manifiesta en nuestra ciudad. Pocos conocen que por aquí aún se conservan túmulos de viejos héroes (no en vano el granado fructifica y se reproduce con facilidad sobre ellos) y por eso sus ciudadanos pueden mirar al cielo, levantar la voz y cantar, prender fuegos de artificio y contestar a ese dios libertino y casi tan antiguo como la vieja madre, que se convierte en lluvia de “oripell” y la fecunda. A las pruebas me remito: aunque no se conoce bien la fecha, sabemos que Perseo y su madre fueron encerrados en un cofre arrojado al mar y que bajo la protección de Poseidón el cofre llegó a la playa, pero eso es otra historia.
La Imagen de las Perseidas que encabeza la entrada está tomada de: http://vica-vhcp.blogspot.com/
El año pasado por estas fechas Pedro Zamora nos regaló un reportaje fotográfico comentado, de donde extraigo las imágenes. Para ver más, seguir el enlace
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