En muy contadas ocasiones he metido sin preámbulos mis avatares personales aquí. Aún recuerdo que mi silencio llegó a preocupar a algún visitante y yo de vacaciones. Fue una grata sorpresa. Otra vez, hace algo más de dos años no me pude contener y tuve que proclamar que me habían regalado dos nietos de una tacada. Los primeros.
Aunque los comentarios derivados del abueleo son más que abundantes incluso en la red y casi siempre terminan siendo poco originales, algo así tengo que decir hoy: ha venido el tercero, casi sin avisar, heraldo de la primavera, del sol y de los días luminosos, verdes y húmedos. Pronto se sumará a las correrías de los otros y con ellos llenará de vida y alegría sus pasos y los míos, más aún si cabe.
Bueno, siempre cabe ¿no?
No sé de donde narices ha salido la palmera, pero siempre me ha gustado, así que aquí va.
No sé de donde narices ha salido la palmera, pero siempre me ha gustado, así que aquí va.
Mi más sincera enhorabuena iaio. Tendrás que poner a punto la mecedora de contar batallitas a los nietos, porque faena ya tienes, ya. Un abrazo
ResponderEliminar