La palabra “albat”, preciosa, intraducible al castellano y con múltiples significados designa mejor que ninguna otra, a mi criterio, a los protagonistas de la Festa. A pesar de los diferentes significados, versiones y disgresiones en el uso territorial y del que hacen los autores (v.:http://www.raco.cat/index.php/Gimbernat/article/viewFile/44111/54131) designa al niño que habiendo recibido el bautismo aún no ha recibido la primera comunión. La etimología deriva del latín, por la vestimenta distintiva (el blanco) con que se reviste, signo de pureza y señal o pasaporte para el cielo, como la palma daurada que portan en el domingo de Ramos. Debe recordarse que el bautismo es requisito de salvación en caso de muerte (los recién nacidos o niños sin bautizar quedan en el limbo) y que tras el “uso de razón” (sic) marcado por la Comunión, aparece la ocasión de pecar con la consiguiente pérdida de santidad; en consecuencia los niños comprendidos entre ambos sacramentos serían los albats, los únicos que tienen el cielo ganado y por tanto los únicos que pueden interpretar a la Virgen María, a los ángeles y al séquito de vírgenes. Por eso también se reserva a los varones el desempeño de dichos personajes. La mujer, heredera del pecado de Eva en un alarde de transmisibilidad asociada al género según los usos tradicionales del catolicismo, está imposibilitada para ejercer cualquier papel en el drama. Así desde el día 6, fecha de la prova de veus de las privilegiadas “voces blancas” que adornan el Misteri y la posterior prova de l’Angel de hoy y hasta el día 13 los niños son los protagonistas. Y digo hasta el 13, la Nit de l'Albà, porque aparece con cierta profusión en Internet (v. Wikipedia, aunque no he encontrado indicaciones acerca de la fuente que documente tal afirmación) que esa noche cada padre lanzaba un cohete por cada hijo. No obstante en nuestros días creo no equivocarme si afirmo que son también quienes más disfrutan con la pólvora.
Abundando en el tema en relación a la Nit de l’Albà, Joan Castaño en La Festa d’Elx, la festa de tots afirma: En el segle XVI trobem referències a aquesta celebració, en la qual s’enceníen llums en les finestres de les cases i dalt de les muralles i es disparaven canons i arcabussos per allunyar les forçes del mal a l’inici de la Festa (p. 50). Aunque la última frase, según el propio Joan Castaño carece de apoyo documental, nos propone aquí el sentido de “noche blanca”, de la que los albats son heraldos en esa travesía hacia la luz que permite e imprime a la ciudad el requisito de la inocencia para el tránsito anual. La ciudad entera se prepara, se purifica antes del rito mistérico.
Material digital adicional en relación con el Misteri:
Un excelente resumen:
Potente discurso acerca del origen de la Festa: http://dialnet.unirioja.es/servlet/dcfichero_articulo?codigo=2258848&orden=0
La Virgen de la Asunción, patrona de Elche / Alejandro Ramos Folqués
Imagen de Domingo Verdú López en: http://www.panoramio.com/photo/23892236
Que un cráter lunar se llame Perito en lunas Miguel Hernández
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