No soy partidario de hacer entradas al blog como si fueran morcillas, pero la noticia, por lo que tiene de coincidente con lo dicho el día anterior, creo que merece la pena:
En primer lugar porque confirma lo dicho: hay bastante gente que puede pagar, pero no las cantidades que les ha impuesto el sistema financiero y mucho menos las derivadas de la morosidad.
En segundo lugar porque da a conocer soluciones que se están buscando para impedir el expolio, y destacan dos:
Declarar como ciudadano la suspensión de pagos para que sea el poder judicial quien defina las cuotas a pagar en función de la capacidad económica de los afectados. No soy experto en nada y menos en temas jurídicos, pero si sale puede ser una auténtica válvula de escape.
Solicitar del gobierno ayuda para la puesta a flote de las hipotecas. En esencia es otra forma de devolver liquidez al sistema financiero, ahora con contrapartidas por parte de quien ingresa aunque solo sea parte de la deuda. Si El Estado está predispuesto a ayudar a las entidades financieras, hacerlo desde los cimientos (los préstamos a los ciudadanos) beneficiaría, ahora si, a todos.
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