Galardonada con el premio Pulitzer, que no siempre es sinónimo de calidad, esta novela se lee de un tirón. Un argumento sencillo, casi demasiado sencillo, y casi predecible una vez que sabemos que se trata de una historia de supervivencia apocalíptica, escrito con una técnica narrativa deslumbrante por lo concisa. Esa predictibilidad hace que la segunda parte de la narración decaiga bastante al no existir apenas novedades y por reiteración de situaciones. Al final se abre una fina luz de esperanza en un panorama negro ceniza, previsible por otra parte teniendo en cuenta el ambiente social en los USA tras el 11S. Si alguien desea conocer el argumento y algunas opiniones interesantes sobre el libro, remito a:
http://www.solodelibros.es/07/11/2007/la-carretera-cormac-mccarthy/
donde tengo un breve comentario.
Además me gustaría anotar dos cuestiones: la novela es tan cristalina que es probable que pase a ser “novela de pupitre”, que trascienda del universo de la lectura al de la enseñanza, como elemento para facilitar el análisis, la disección y el juicio crítico de los alumnos entre otras cosas. Síntoma de calidad de la obra y destino ingrato donde los haya, ya que parte de la ausencia de lectores se debe a esa asociación del libro con la obligación o imposición de lecturas al alumno desde arriba y desde fuera.
El segundo apunte es una nota respecto a las influencias y elementos en común con la novela apocalíptica a la que pertenece plenamente: los que se salvan viven de los despojos, de los elementos no perecederos que la sociedad de consumo almacena en tiendas, supermercados y almacenes, rasgo casi universal de ese subgénero: Warday, El día de los trífidos, La tierra permanece...
donde tengo un breve comentario.
Además me gustaría anotar dos cuestiones: la novela es tan cristalina que es probable que pase a ser “novela de pupitre”, que trascienda del universo de la lectura al de la enseñanza, como elemento para facilitar el análisis, la disección y el juicio crítico de los alumnos entre otras cosas. Síntoma de calidad de la obra y destino ingrato donde los haya, ya que parte de la ausencia de lectores se debe a esa asociación del libro con la obligación o imposición de lecturas al alumno desde arriba y desde fuera.
El segundo apunte es una nota respecto a las influencias y elementos en común con la novela apocalíptica a la que pertenece plenamente: los que se salvan viven de los despojos, de los elementos no perecederos que la sociedad de consumo almacena en tiendas, supermercados y almacenes, rasgo casi universal de ese subgénero: Warday, El día de los trífidos, La tierra permanece...
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