Presentación
Corren malos tiempos para la literatura. Estamos asistiendo al predominio absoluto de la edición y la distribución sobre el resto de elementos que forman parte del panorama editorial; en especial sobre el lector, como si no tuviéramos bastante con la agonía de la imprenta y del libro ya vaticinado por McLuhan. Las grandes distribuidoras de contenidos imponen en el segmento del libro las técnicas propias de la gestión de otros soportes y convierten la lectura en un mero negocio. En resumidas cuentas, los que tienen la sartén por el mango imponen sus recetas para obtener dinero más o menos fácil: autores dóciles, argumentos trufados de lugares comunes con un mínimo de ventas garantizado, domesticación de la critica literaria –lo que yo denomino la critica mercenaria–, etc. Al buen lector le toca adaptarse o buscar entre la selva de los libros editados algo decente para llevar a sus ojos y como no siempre se acierta uno termina enredado en libros que no desea leer
En ese contexto, que también merece ser analizado con todo detenimiento, resulta cada vez más problemático encontrar buenos relatos, libros que te enganchen hasta la lectura compulsiva, que te zarandeen, que te enriquezcan, que te emocionen; en definitiva obras que guardas –aunque solo sea en la memoria– como un tesoro, de las que te quieres acordar del autor, del título, de la ilustración de la tapa y de como y por qué te gustó... De esas, creo sinceramente que no se publican más de 5 ó 6 al año en castellano. En consecuencia las posibilidades de cazar alguna es relativamente escasa. Encima casi todas están enfermas de heterodoxia: un autor poco conocido, una editorial pequeña (aunque no siempre; las empresas tienen sus olfateadores para capturar presas al vuelo), un género minoritario (como la ciencia ficción), una perspectiva extraña, una incursión en un terreno resbaladizo..., con lo que salvo honrosas excepciones, no suelen aparecer por las listas de “libros más leídos”.
Esas son las novelas que van a estar bajo la etiqueta Mi novela del año; son obras que recomiendo especialmente por ser las que más me han gustado. Por lo dicho y dado que llevo ejerciendo el oficio de lector ya hace tiempo, iré intercalando los hallazgos más o menos novedosos con los recuerdos. Esta sección y en general las lecturas comentadas son una forma de devolver a la red lo que ella me proporciona. Cada vez hago menos caso de la crítica literaria de las revistas y publicaciones especializadas, que suelen ser apéndices de la multinacional que les paga -la crítica mercenaria- y más de los comentarios en la red, en especial de aquellos que por su buen hacer y su dedicación me ofrecen suficientes garantías. Prefiero no apresurar la lectura de las novedades editoriales para dar tiempo a que se multipliquen los comentarios. Así elijo sobre seguro.
Desde aquí, gracias.
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