habiendo visto a lo lejos el perfil de un par de capillas de aljibes en la loma del Molar, me decidí a hacer una pequeña salida. No los encontré, así que localizarlos queda para otro día. Para aprovechar la mañana me dirijí a los despojos de la Iglesia de San Francisco de Asís, en el entorno de los Carrizales. La obra se atribuye nada menos que a Joseph Gonzálvez de Coniedo, un notable arquitecto de Aspe pese a que en algún manual se le minusvalora; de hecho fue parte del cuadro de profesionales de la casa de Maqueda en cuya jurisdicción se le conocen la mayoría de obras. En Elche baste citar la conducción de aguas potables del Obispo Tormo, obra que hemos tratado reiteradamente aquí, la capilla de Comunión de Santa María y los restos que nos ocupan ahora.
La descripción más completa de la iglesia la tenemos en las monografías de la cátedra Pedro Ibarra, firmado por Rafael McEvoy que reproducimos y que enlaza además con una foto de la portada:
El lugar de San Francisco en el Molar fue fundado mediante privilegio del rey Fernando VI (1713-1759) por deseo del Duque de Arcos el 14 de marzo de 1748. En la Carta Privilegio del rey, se cedía tierra por cuarenta años a aquellas personas que poblasen el lugar, disfrutando de exenciones tributarias durante veinte años los labradores que se instalasen para cultivar el lugar. Carlos III en 1768, prorrogó otros veinte años estos privilegios. El poblado de San Francisco de Asís situado en la Sierra del Molar a 5 km de la pedanía ilicitana de La Marina, se construyó en una zona cercana a las llamadas Pías Fundaciones del cardenal Belluga, situadas en zonas pantanosas que tras su desecación se convirtieron en núcleos poblados que en la actualidad han evolucionado hasta convertirse en municipios independientes como Dolores. En 1789, el obispo José Tormo otorgaba las disposiciones necesarias para la construcción de la iglesia, cuya primera piedra fue puesta el 29 de abril de 1791. El autor de las trazas atendiendo a analogías cronológicas pudo ser algún arquitecto al servicio del Obispo Tormo, como José Gonzálvez de Coniedo, al que encontrábamos trabajando en la Capilla de la Comunión de la Basílica de Santa María. La iglesia debía estar acabada a principios del siglo XIX, aunque pronto comenzaron a agudizarse los problemas que desde su fundación, padecían los habitantes del lugar debido a las lluvias y al mal drenaje de las aguas que se estancaban en lo que había sido un terreno pantanoso, lo que hacía que se crease un ambiente insalubre. Sus habitantes fueron paulatinamente despoblando el asentamiento y los terrenos de cultivo fueron convirtiéndose en carrizales. En 1885 el poblado fue abandonado definitivamente. La mayoría de la población se trasladó al nuevo núcleo que se había fundado en La Marina, ubicándose en la vertiente opuesta de la misma sierra del Molar, mirando al mar. A pesar de su actual estado ruinoso y su ubicación en una zona rural, sorprende la existencia de esta edificación de líneas puras y con un interior lleno de referencias puristas y academicistas. A pesar de que múltiples derribos y construcciones anexas han desvirtuado la estructura de la iglesia y su distribución, otorgándole un aspecto exterior de casa de labranza, todavía es posible entrever su estructura original de edificio aislado con muros de mampostería y verdugadas de ladrillos macizos aparejados a soga. En la zona exterior del muro del Evangelio, exento de posteriores construcciones adosadas, es posible analizar todo el aparejo dado que se ha desprendido el revoque.
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Nave central |
La disposición en planta de la iglesia es de nave única cubierta con bóveda de cañón (totalmente derrumbaba) y cuatro capillas entre los contrafuertes cubiertas con bóvedas vaídas y abiertas a la nave mediante arcos de medio punto recorridos por varias roscas que parten de la línea de impostas marcadas por molduras. Las capillas del primer tramo más cercanas al ingreso no tienen acceso desde la nave, sino desde las capillas del segundo tramo; en la primera capilla derecha existe una escalera que se supone daba acceso al desaparecido campanario. En los otros tres tramos, las capillas disponen de hornacinas.
La nave queda articulada mediante pilastras con una suerte de capitel dórico formado por molduras en las que se han insertado unos motivos florales en las esquinas que se doblan en la arista. Sobre los capiteles fluye un arquitrabe corrido muy sobrio con dentellones en la parte superior. El presbiterio está compuesto por un testero plano con una hornacina que albergaba la escultura del santo titular y a partir de la cual se articulaba el desaparecido retablo. La fachada es un paramento liso con ingreso adintelado sobre el que se dispone un friso de triglifos y metopas rematado por un frontón curvo. En la parte superior se abría un óculo que hoy se muestra partido debido al derrumbamiento del muro a partir de esa altura.
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La nave desde el interior |
Como se había señalado, la mayoría de la población del lugar de San Francisco de Asís se trasladó a La Marina, donde en sus inicios se erigió una pequeña capilla a la que fueron trasladadas el 2 de enero de 1886 los objetos de culto de la antigua iglesia del Molar y días después, las imágenes de San Francisco de Asís y San Antonio que fueron llevadas en procesión. En 1897, tras comprobar que las dimensiones de la capilla eran insuficientes para albergar a los fieles, se decide construir una nueva iglesia, cuya terminada en 1898 y que podemos ver en la actualidad, restaurada tras el incendio que sufrió en la Guerra Civil.
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Bóveda de ladrillo en una de las capillas laterales |
La primera impresión que transmite el lugar es de lamentable abandono, agudizado por la evidencia de ser usado como refugio de ganado, pese a las características de lo que queda en pie, a fin de cuentas una iglesia del S. XVIII con construcción civil adosada que debe ser de la misma época. La titularidad privada no exime al propietario ni a las administraciones competentes de la obligación de conservar lo que queda y restituir aquello que aún se pueda.
Las paredes y pilastras de ladrillo han sido vaciadas y amenazan mayor ruina si cabe con riesgo de derrumbamiento
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Base de pilastra desplazada |
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Muro de mampostería derruido parcialmente |
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Hornacina |
El derribo parcial de la pared orientada al N nos permite ver el sistema constructivo de doble muro que se extiende también al edificio anexo, el arranque de arcos de ladrillo. La inclinación de los mismos descarta que estemos ante contrafuertes; también es posible ver la huella del techado
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Pared Norte. Doble muro y restos de arquería de ladrillo |
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Pared Norte. Vaciado del techado de ladrillo |
La próxima entrada la dedicaremos a la obra civil anexa y a las intervenciones sobre los restos del templo.
Información adicional:
Estimado Gaspar, conozco a los propietarios. Una familia de Elche, como tantas otras. Durante muchos años, quizás han tratado de conseguir alguna subvención, para crear por ejemplo un alojamiento turístico rural "con encanto", al estilo de algunas viejas ermitas catalanas abandonadas. Ellos apreciaban mucho el valor histórico-cultural de este patrimonio arquitectónico del siglo XVIII. Pero restaurarlo por sus propios medios, suponía además de un inasumible coste económico muy elevado (y sin una utilidad concreta, cuando ni siquiera se autorizan alojamientos turísticos de ese tipo por la ley turística valenciana); un sinfín de trámites burocráticos con los mismos organismos públicos culturales que hubieran presentado todo tipo de trabas y requisitos técnicos en un bien teóricamente protegido, y sin embargo dejado convertir en corral de ovejas y finalmente convertido en ruina. Lo mismo que ha sucedido con la Torre de Estaña, por ejemplo. Por cierto, ahora cuando vuelvas por El Molar, avísame por favor, porque recuerda que tenía pendiente de mostrarte una antigua almazara de mi abuelo en el entorno del camino de La Escuera, así como una zona de extracción de tierras blancas para lavar la ropa antiguamente, etc. SALUDOS
ResponderEliminarGracias Raúl. A vuelapluma te digo que los propietarios de un BIC tienen obligación de mantenerlo (para lo que sea, pero mantenerlo) y las administraciones publicas son responsables subsidiarias del cumplimiento de la normativa. Esa responsabilidad debería ser la vía para colaborar económica y técnicamente en su mantenimiento (y mejora). Si las leyes impiden que haya alojamientos rurales a dos Km. de la playa es un contrasentido proponer a las administraciones que hagan caso omiso de la ley y subvencionen cualquier trabajo de mejora. Por otra parte cualquier intervención privada en patrimonio tiene fuertes desgravaciones fiscales. No soy un experto en el tema pero habría que buscar fórmulas viables que beneficien a todos. Y que conste que la idea del alojamiento rural me parece excelente, pero inviable si no se cambia la ley. Venga
ResponderEliminarY la diputación y la generalitat para que sirven? solo se dedican a hacer inversiones en Alicante como el auditorio, el arreglo de calles, el tram.. a Elche que nos den morcillas. Elx provincia independiente
ResponderEliminarEfectivamente, los inspectores de Cultura parece que tengan miedo a exigir convenios de colaboración con los propietarios, para no llegar a la expropiación pura y dura, que no interesa a nadie. Bueno, a veces habrá propietarios que prefieran la expropiación, porque no puedan mantener ese patrimonio de interés general. Yo creo que sí llega dinero de la Diputación y la Generalitat fuera de la capital, pero quizás lógicamente se tiene que invertir proporcionalmente más en las capitales de provincias, porque generan más riqueza. A ver si vamos también a pedir la independencia de la sierra de El Molar.
ResponderEliminarCon mis impuestos no, para beneficio particular. Expropiacion ya.Por favor, no te mires el hombligo
ResponderEliminarLas expropiaciones también se pagan con tus impuestos, campeón. Ombligo es sin h.
ResponderEliminarPerdón, por lo de melic, pero aqui parece que hay intereses particulares y lo digo, por muchas circunstancias, que concurren desde hace bastante tiempo.
EliminarOK, intentemos tener un debate constructivo, que sirva para algo. Yo también trataré de hacerlo. Lo que quiero decir es que supongamos que conozco a los propietarios, aunque no tengo una relación muy estrecha. Imagínate una familia habitual como hay muchas, donde el marido y los hijos trabajan, la mujer también ocasionalmente o es ama de casa, y van y heredan un edificio protegido como Bien de Interés Cultural. Supongamos que ellos tratan de sacar adelante su familia, viven bien, pero no les sobra tanto como para que puedan permitirse aventuras temerarias de restaurar con sus ahorros un edificio que requiere mucha inversión. Si ningún organismo les ayuda, aunque sea con una parte del mismo dinero público de la Administración que les ha protegido ese edificio y luego pasa olímpicamente del mismo... Yo lo dejaría caer, y si les da la gana pues que me lo expropien o me propongan un plan para mantenerlo en colaboración. No creo que haya más intereses ni motivos raros. No son marqueses. De utopías no se come. Te puedes arruinar por amor al arte de que no se caiga un edifico bonito de interés histórico, para el disfrute de la vista de los que pasen por allí. Lo digo con la mejor intención. Yo también soy de Elche, y no me gusta que se pierda ni esto, ni el Pantano, ni tantas cosas. Pero...
EliminarEstoy a favor de la expropiación, que Alicante genera mas riqueza que Elche?? dame datos que sean ciertos, básicamente mirando sus polígonos industriales, por no hablar de la cantidad de alicantinos que vienen a trabajar a Elche todos los dias. Y no, aqui no llega ninguna inversión, y si no, porque el tram es concentrico? porque Castellon tiene Tram y Elche no? porque no tenemos nada de nada y los vecinos tienen todo? Cualquier ilicitano que tenga pólvora en la sangre sabe esto. Por cierto Palantir , grande tu entrada
ResponderEliminarGracias Palantir por esta y todas las restantes entradas, porque con ellas, nos ayudas a conocer mejor las cosas ocultas, de nuestra querida Ciudad de las Palmeras.
ResponderEliminarSin ánimo de polemizar, le doy la enhorabuena a los propietarios, porque parece ser que ya saben a ciencia cierta quién es el propietario, por que años atrás en algún medio, leí que preguntado José Fuentes,(No marqueses, Pepe el del Molar) ¿Quien era el propietario de la iglesia? Respondió que seguro no estaba de quien fuera.
Tambien quiero hacer la siguiente pregunta:
¿Dónde estaba el cementerio y que pasó con él hace años, pero no muchos?
¿Un cementerio? Interesante.
Eliminar¿Tienes alguna prueba de eso? Yo no he visto ninguna referencia en documentos históricos, de que haya existido ahí un cementerio, y menos hace poco tiempo. Aunque supongo que por allí enterrarían a los que murieron de paludismo, etc.; o bien los trasladaron también a La Marina.
EliminarSolamente hago una pregunta, para que las pruebas las aporten otros, no digo tiempo, digo años de su destrucción, los referentes historicos, deberas buscarlos en la fundación de la Iglesia por el obispo Tormo y mi Señor el Duque de Arcos.
EliminarA ver si el admirable investigador Gaspar tiene suerte, y en su tenacidad característica, encuentra algo interesante al respecto. Supongo que lo de "mi Señor", será un pequeño y simpático desliz gramatical...
ResponderEliminarHoy me ha contado personalmente, mi amigo el actual secretario de la Sociedad Nuevos Riegos el Progreso, S.A., Pascual Román, que efectivamente es totalmente cierto que debe haber algún tipo de enterramientos humanos, a modo de cementerio improvisado, en la parcela colindante con la Ermita de San Francisco de Asís, por su fachada lateral orientada al Norte. Según me ha contado, conoce personas que todavía viven en el campo de Elche, que iban hace apenas 40 o 50 años, a dejar flores o visitar a sus familiares enterrados en este bancal. Creo que sería muy interesante averiguar algo al respecto. Asimismo, relatan que allí han aparecido huesos humanos, en varias ocasiones...
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