En el corazón del Palmeral histórico de Elche, el Clot des Tres ofrece a la vista el lavadero, una simple sucesión de sillares inclinados casi a la altura del suelo que facilita las tareas de las mujeres. Otros Clots históricos que se reparten en el Palmeral Histórico, asociados al sistema ancestral de riego permiten ver los partidores para derivar el agua por turnos a los huertos colindantes. El paseante observa que está abierto el correspondiente al Hort del Monjo que está recibiendo uno de los dos riegos anuales que corresponden a los huertos públicos de la ciudad. Alrededor de los pequeños embalses, bancales de titularidad municipal aparecen cultivados en especial el parcelario que aún mantiene la apariencia agrícola, antes inculto y declarado "zona verde", cuando en realidad solo se acondicionaron las sendas y caminales. Cada ciudadano que haya satisfecho la cuota correspondiente tiene derecho tras adjudicación por un riguroso sistema, a cultivar hortalizas y verduras siguiendo el modelo de agricultura social aplicado con éxito en el Huerto de la Cuerna, mediante un moderno sistema de riego por goteo que en este caso se toma desde el pequeño embalse de cada Clot. El agua que se emplea está relativamente limpia porque se toma de las fuentes y nacimientos del Tarafa, haciendo valer los derechos históricos de uso de aguas a favor del Ayuntamiento de Elche, separadas de las aguas del Vinalopó mediante una toma que se sitúa aguas arriba de la confluencia con el Vinalopó prolongando en unos 500 m. el canal de derivación del ingeniero Próspero Lafarga de manera que el Vinalopó discurre por su cauce, mientras que las aguas del Tarafa, dulces y relativamente limpias, lo hacen por este canal y por la Acequia Mayor.
Los cultivadores se comprometen a mantener y cuidar las palmeras situadas en hileras alrededor de las acequias de riego y en las separaciones entre bancales mientras les resulte posible hacerlo sin el concurso de los profesionales, palmereros encargados de mantener el buen estado fitosanitario de los huertos, podar, aprovechar y cultivar las palmeras más altas. El material resultante de las podas se tritura y previo tratamiento, se ofrece como compost a los agricultores sociales. Algunos trabajadores municipales actúan como monitores aconsejando y asesorando sobre sistemas de agricultura no contaminante, elección de cultivos e incluso de semillas, recuperando algunas de las variedades locales. Los turistas y visitantes pueden así observar un aprovechamiento similar al uso tradicional de los huertos, un ejemplo practico de lo que se expone sin vida en el Huerto de San Plácido. Huertos cultivados dedicados ahora a contribuir a la subsistencia de las familias más necesitadas.
La ruta del Palmeral es así una forma de observar directamente huertos en proceso de cultivo siguiendo a grandes rasgos una versión actual de agricultura del oasis y también acercarse al patrimonio local menos conocido como las torres y las masías aún existentes en los huertos alrededor de la Vila Murada. En cualquier caso al menos una parte del palmeral histórico se mantiene viva porque se usa para la finalidad prevista desde tiempos ancestrales. A partir de las parcelas iniciales, el éxito del sistema hace posible exportarlo, recuperar los ramales históricos de riego en los que aún existen huertos de titularidad pública, quedando a expensas del Ayuntamiento el acondicionamiento, la puesta a punto de las acequias y embalses tradicionales,... El visitante puede acudir a la Plaza del Raval, en el que subsiste gracias a las aguas del Tarafa, la venta del agua sobrante, con los sistemas tradicionales de tanteo y fijación del precio...
Podría extenderme mucho más, pero basta dejar así el sueño; solo algunas citas obligadas:
- El uso social de los huertos de palmeras ya con Martín Sevilla como Concejal de Urbanismo se estuvo valorando, al menos que yo sepa o sea que viene de lejos. Corresponde el mérito de haberlo puesto en marcha en nuestra ciudad al Concejal José Manuel Sánchez y a la AAVV del barrio obrero de Altabix; después algunos arquitectos y urbanistas han planteado el cultivo como requisito para la conservación del Palmeral histórico dado el escaso uso agrícola actual de los huertos, tanto públicos como privados incidiendo en que la declaración de Patrimonio de la Humanidad incluyó los huertos y el sistema de regadío asociado a ellos; dicho sistema de hecho regaba las palmeras pero el motivo principal era regar los cultivos que se hacían en el interior de las cuadrículas que las palmeras delimitaban, así que en lo que debería tomarse como una experiencia de viabilidad, el Huerto de la Cuerna viene a demostrar que es posible obtener productos y rendimientos, si se vinculan a una finalidad social, en los que predomina la subsistencia, la necesidad o / y el placer de los ciudadanos urbanos por encima de la rentabilidad económica.
El Tarafa, cerca de Barrenas - Desde aquí agradecer a Gonzalo Martínez Español y Felipe Mejías López por enseñarme el Tarafa y sus fuentes, en especial las que hay cerca de su desembocadura en el Vinalopó. Cualquiera que haya leído las obras de D. Pedro Ibarra sabe que la ciudad vivió en una pugna continua con otras ciudades que pretendían discutir o menoscabar los derechos preferentes de riego sobre el caudal del Vinalopó y sobre las fuentes del Tarafa que el Infante D Juan Manuel estableció para la ciudad recién conquistada a los árabes. Cada vez que leo las diatribas que nuestro ilustre cronista dedicaba a los asperos por distraer aguas de riego de uno y otro río, no puedo evitar unas risas. En estos momentos sobre el Tarafa en su tramo alto desagua la depuradora de Aspe, con un caudal ecológico de aguas poco contaminadas. No obstante una vez pasada la ciudad el cauce está la mayor parte de las veces seco. Solo al final del tramo, cerca del Castillo del río vuelven a salir aguas limpias y dulces que un poco más allá se mezclan con las salobres y contaminadas del Vinalopó. Felipe y Gonzalo me enseñaron los puntos en los que el agua brotaba de forma permanente. Y el caudal del Tarafa es más de la mitad del que lleva el Vinalopó a su paso por nuestra ciudad. No he ido expresamente a verlo pero iré a comprobar lo que sobre el mapa es evidente, a saber que desde la confluencia del Tarafa y el Vinalopó a la presa de Pavía, punto de toma de agua del canal de derivación de Lafarga, hay un trecho relativamente corto. En cualquier caso un sueño que con muy poco esfuerzo podría convertirse en realidad...
- Una reflexiòn final sobre nuestros patrimonios. Contrasta la enorme atención que suscita La Festa y la imposibilidad material de disfrutarla por viajeros y turistas, ya que solo es posible hacerlo unos pocos días al año. Si alguien quiere vivirla plenamente solo puede hacerlo los días 14 y 15 de Agosto. El Museo Escolar agrícola de Pusol tiene inconvenientes similares pues hay que desplazarse y a veces pedir cita, para poder verlo con detalle. Sin embargo el Palmeral histórico, que tenemos ahí mismo y que está siendo visitado un poco por todo el que viene por estos lares, apenas se percibe como un conjunto de jardines en los que predominan las palmeras, sin más historia. Si algún turista aventurero se atreve a hacer la ruta del palmeral puede llevarse alguna sorpresa desagradable pues siguiendo los caminales se entra en zonas y espacios poco recomendables según a que horas. El acondicionamiento del Hort de San Plácido a mi criterio solo puede admitirse como algo provisional, que debería ser sustituido más pronto que tarde por un plan más detallado recuperando puntos esenciales que sirven para explicar la historia y la formación de la cultura del oasis. Al final la inversión pública en ese Patrimonio se devolverá con creces.
Algunas citas:
Reportaje fotografíco: inauguración del Huerto de la Cuerna en La Verdad
Un documento fundamental en pdf: Historia y valoración del huerto por sus promotores La AAVV del barrio de Altabix
El vínculo entre el Huerto de la Cuerna y la UMH:
Agricultura social en Elche:
Huertos para educar ciudades:
La Mangrana del Misteri, recién restaurada bajo la dirección de Sixto Marco y con el patrocinio de Productores y comercializadores de granadas de Elche |
Pues sería muy atractivo turísticamente, y favorecería la conservación del Palmeral. Cultura de oasis en vivo, socializada y con aguas sobre las cuales tenemos derechos históricos, procedentes de Aspe. Ojalá, amigo.
ResponderEliminarGracias Raul. Un sueño realizable, creo. Venga
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