En
paralelo al Camino de Santa Ana, entre Els Cremats y Monte Ripoll se pueden seguir unos 300 m de
camino íbero perfectamente conservado
pese a las basuras y los inertes en algunos puntos de su trazado. A primera
vista destaca su importancia: no estamos ante un camino menor ni escasamente
transitado, por la profundidad de las carriladas y los trabajos de
acondicionamiento observables; en tan corto recorrido tenemos una sucesión de elementos de interés como:
- Un apartadero, una derivación o un camino anterior que se ha quedado colgado como consecuencia del sucesivo rehundimiento del camino.
Arriba a la izquierda de la foto la vara marca el camino que se ha quedado colgado |
- La ampliación del cajero del camino como consecuencia del rehundimiento en un largo tramo: al encajarse, la caja del carro o la carga empezaría a rozar en las paredes de piedra, obligando a excavar para evitar el roce; en algún tramo aún se conservan rastros evidentes de roces de la carga o del carro sobre las paredes.
Detalles de las marcas de rozamiento |
- En un tramo de la base del camino, sobre el que deben apoyarse las patas de los animales se han excavado escalones o rugosidades para facilitar el tiro, en un punto con cierta pendiente.
- Un murete esculpido para impedir que el agua discurra por el camino, aunque también puede ser una bifurcación o un apartadero; la acumulación de inertes e incluso los restos de alguna edificación moderna o contemporánea junto al camino, impiden ver de que se trata.
Puede observarse el amontonamiento de inertes a la derecha del murete esculpido |
Extracción de piedra junto al murete |
Por
lo demás, una importante observación: el camino toma una clara dirección Norte.
A mi criterio debió ser una de las vías más importantes de comunicación con el
Medio Vinalopó. Las canteras, que son suficientes para explicar por si mismas
los caminos de Ferriol, aquí son testimoniales ya que en sus inmediaciones solo
he detectado una leve extracción en el actual camino en un punto en el que debe
tener el viejo camino íbero directamente debajo, y al final, junto al murete una serie de finas losas.
Con
esto queda claro que no estamos ante un camino local dedicado al transporte de
piedra como Ferriol o el que lleva a Peligros que otro día veremos; la profundidad
de las carriladas indica un importante trasiego de carros que va más allá del
área de influencia directa de La Alcudia y se introduce en las proximidades de
los asentamientos íberos en torno a Monforte.
Como
elemento colateral, precisamente buscando canteras y probables giros del camino, he podido encontrar el abrigo de las piletas (que según Terr@Sit [2] se
encuentra en el Canal de Les Animetes) y una sucesión de elementos similares en
abrigos y en barrancos de la Serra de les Covetes (-de nuevo Terr@Sit
- y aún más allá: hasta he llegado a pensar que hay piletas en todo el norte
del término, pero eso otro día) casi siempre acompañadas de canalillos e
incisiones cuya finalidad me es del todo desconocida, máxime si, como he dicho,
no hay muchas canteras en las proximidades y no parece un sistema factible de
recogida de agua.
Gracias a Sergio, por llevarme a ver el
camino y por los nuevos datos. Y a Pepe Toni por el interés demostrado en la localización de abrigos, piletas y canalillos.
[1] Los caminos
de ruedas de la ciudad ibérica de “El Castellar de Meca (Ayora, Valencia) /
Santiago Broncano Rodríguez, Mª del Mar Alfaro Arregui. – Madrid : Ministerio
de Cultura, 1991
[2] Pepe Toni me indicó este visor, interesante para la nomenclatura
No hay comentarios:
Publicar un comentario