La
entrada de hoy participa de varias características peculiares: por una parte es la excusa para poner a punto una entrada anterior en la que expuse las páginas del Cavanilles dedicadas a Elche. En
aquella época era prácticamente imposible intercalar ordenadamente fotos dentro
de una entrada de blogger, por lo que ante la escasa compensación entre el
trabajo a emplear para ordenarlas y los resultados, decidí dejarlas tal y como
salían. He decidido romper una de mis normas internas (no cambiar la entrada pasados un par de días) y restablecerlas a su orden normal, porque ya es
posible hacerlo con facilidad. Así, el curioso espectador que quiera poseer un
pdf con ellas no tiene más que emplear alguno de los muchos programas que de
forma gratuita transforman las imágenes en ficheros válidos en ese popular
formato, aunque yo lo que recomiendo es que descargue y maneje la obra completa
por multitud de razones (por ejemplo: usarla como obra de consulta antes de
visitar cualquier pueblo de la Comunidad o deleitarse con la lectura de
descripciones que a veces rozan la genialidad como la que reproduciremos más
abajo y algunas también de interés local como tener a mano la información que
recoge de las comarcas colindantes). La actualización tiene además sentido
porque hay al menos dos o tres entradas previstas relacionadas entre las que se
deben mencionar las dedicadas a ampliar y comentar la entrada de Gonzalo Martínez Español derivadas en parte de mis salidas al campo a
patear el camino viejo de Aspe intentando reencontrarlo entre las que se cuenta
el seguimiento con cierto detalle del itinerario del botánico, que en este
punto incluye:
- Rastros de un camino íbero (o medieval) en La Cochera.
- La Torre de Carrús y sus inmediaciones. Los Hondos. El AVE.
- Reseña-inventario de árboles del paraje.
- El Barranco de las Monjas y la Font de la Gota
Sierra de las Tres Hermanas |
El camino en las proximidades de la Torre. Al fondo el viaducto del AVE |
Restos de pinada en el Barranco de las Monjas |
Para
terminar, decir que el paraje de los “Hondos de la Torre del Marqués” reiteradamente citado en la documentación expuesta por Gonzalo debe ser
precisamente el lugar, justo debajo de la Torre en el que confluyen el Barranco de las Monjas y
el de Los Arcos, y que permanece encharcado bastante tiempo como consecuencia
de las escorrentías de ambos. Como contrapartida esa relativa abundancia de
aguas junto a la presencia de un camino inmemorial explica y justifica la
existencia de una Torre de Vigilancia primero y de una hacienda rústica
después, probablemente de las más antiguas. También podría explicar al menos en parte el abandono definitivo del itinerario.
Hemos de concluir, pues que el Croquis de Elche de Manuel de Rosales que se reproduce en la entrada correspondiente cuyo
detalle ilustra la cabecera de hoy y que también señala a la Torre como un
elemento destacado del camino, reproduce el itinerario de entrada del ilustre
botánico a Elche. Recordemos que el mapa está fechado en 1810, apenas 20 años
después del paso del ilustrado por estas tierras. No obstante también refleja
la existencia de otra vía de
comunicación, un camino de herradura (Gonzalo anota que se emplea el viejo
camino de herradura preexistente como punto de partida para hacer el camino
carretero) que cruza el Barranco de las Monjas algo más abajo de la Torre y viene a salir al trazado actual de la
carretera, a diferencia del camino viejo de Aspe que atraviesa el Barranco
enfrente de la Torre de Carrús, cruza la actual autovía e iría por detrás de la
Cerámica a buscar el Camino de Los Magros, también mencionado en la
cartografía, incluso en la actual como “Camino viejo de Aspe”.
La Torre desde los Hondos y el antiguo camino |
Conocido
el itinerario, la descripción que hemos incluido cobra mayor sentido porque el contraste que el
ilustrado señala entre la aridez extrema del paisaje desde la
salida de Aspe[1] y el cuidado
de los alrededores de la Torre, entre la desnudez de las sierras y la vista de
la ciudad y sus palmerales; la aguda percepción de las consecuencias de la
deforestación intensiva o el detalle de insistir en el exquisito cuidado de los
huertos (como veremos en entradas posteriores) toma pleno sentido al hacer el
recorrido, y aún es posible percibirlo
a pesar el tiempo y de los cambios.
Imagen de la Sierra de las Tres Hermanas procedente de: http://arqueologiaalicante.blogspot.com.es/2011/01/las-tres-hermanas-aspe.html
[1] Aquí es
inevitable citar un refrán o dicho popular entre los asperos: “Eres más gandul
que las Tres Hermanas, que por no hacer no hacen ni boja” en referencia a la extrema sequedad de las
sierras de ese nombre y al término “boja”
que aquí viene a significar la maleza pequeña y seca que se emplea para
iniciar un fuego.
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